Crónica del arranque de BIME, con especial atención a lo tratado sobre aplicaciones en The App Date, donde se ha explicado cómo hacer para que una app no fracase en su gestación, promoción y comercialización. Por otra parte, la industria musical española ha expuesto cuál es su situación actual. Por Jon Villapún
Bajo la lluvia en Bizkaia, pero arropados en el BEC! de Barakaldo, ha comenzado la primera edición de BIME con intención de «convertirse en referente del mundo de la música en Europa«, una afirmación que compartieron Diputación Foral de Bizkaia, principal promotor institucional, y Last Tour International, organizadora del evento. «Asistirán profesionales del mundo empresarial, de las nuevas tecnologías y, a diferencia de otras convenciones, aquí se da cabida a profesionales de primer nivel y a emprendedores que acaban de comenzar«, ha señalado Christophe Cassan, project manager de Bizkaia International Music Experience.
THE APP DATE: POR QUÉ, CÓMO Y PARA QUÉ
BIME ha empezado con una de las actividades catalogadas como «especiales«: The App Date, un taller entertainment que se ha centrado en explicar de forma amena los diferentes aspectos que se esconden detrás de las apps: desde cómo realizar un bussines plan hasta los primeros pasos de ASO, el SEO de las apps.
Una charla mañanera que comenzó a las 11:00 horas y se alargó hasta pasadas las dos de la tarde del martes 19 de noviembre, donde por primera vez sonaron nombres como «Shazam«, «Tune In» o el gigante «Facebook«. Los chicos de App Date sacaron a la palestra propuestas interesantes para descubrir música como Band of the Day, Hype Machine, Songza o Aweditorium; técnicas para la promoción de música en las apps como introducir mecánicas de juegos o códigos bidi en cartelería de calle –al igual que hizo Lori Meyers-, entre otras. Tampoco faltaron proyectos experimentales como la app que Björk utilizó para desmenuzar su disco «Biophilia» o la interactiva «N» de Jorge Drexler.
Ofrecieron algunos datos relevantes, como que «el 60% de las apps no se descargan«. Como principal problema detectaron la falta de un bussines plan y de analizar «las cinco P«: «Product, Price, People, Place & Promotion«; y por otra parte, la carencia de un correcto planteamiento de lo que se quiere ofrecer y que se podría definir en estos parámetros: app racional (buen producto y/o buen servicio) o app emocional (entretenimiento o cool).
Pero lo peor de todo, según los expertos, es «hacer apps por hacer«. Una app siempre tiene que cumplir un objetivo, por ejemplo, construir marca, fidelizar clientes, funcionar como canal de ventas, movilizar productos y servicios, o generar ingresos directos.
The App Date define el mundo de las aplicaciones como «muy exigente» en el que es necesario «un gran producto, válido y útil«. Esta competencia siempre lleva a mejorarse y a seguir adelante. El tan conocido, utilizado y promocionado SEO de las webs, también ha comenzado su camino en las apps bajo el nombre ASO.
Al igual que la guerra en aparecer primeros en el buscador Google, también existe la guerra por aparecer entre las primeras posiciones en markets como Google Play o App Store. Las principales vías para encontrar una app son: 1) «buscar en el market«, 2) «el boca a boca» y 3) «a través de web«. Como referencia se puede tomar que es necesario una media de 3.000-5.000 descargas en una app para aparecer en las primeras posiciones. Entre los buscadores han destacado a Atrappo, AppBrain, Quixey y Appsentas, este último solo para iPhone.
UNA IMAGEN VETUSTA -AUNQUE TRONCAL- DE LA INDUSTRIA ESPAÑOLA
Poco más tarde comenzó una mesa redonda en la sala 1A del BEC! bajo el título «Introducción al Mercado de la Música en España«. Una charla con representantes del Ministerio de Cultura, SGAE, Promusicae, AIE, APM, entre otros. Lo ocurrido se podría resumir rápidamente en la petición por parte de agentes de la música en directos (salas y festivales) de una «rebaja de impuestos a la música» -tras la subida al 21%, devolverla de nuevo al 8%-; la búsqueda de la SGAE y Promusicae por «continuar con un marco que proteja los derechos de autor» -aunque sea un marco poco definido hacia los artistas y que le sirva a la entidad para poder moverse con total tranquilidad-, la petición de «seguridad jurídica para poder hacer negocios» y el «pre-cobro del canon por la copia privada«; y un Ministerio de Cultura aceptando todas las sugerencias, pero refugiándose en las «bajadas de presupuesto de Cultura» y pidiendo a Autonomías y Ayuntamientos «una labor en sus círculos de acción«. Una imagen que ha quedado un tanto vieja, pasada de moda y vetusta, aunque quizás más troncal y acentuada aún si tenemos en cuenta el resto de charlas de BIME PRO que buscan abrir nuevos horizontes.
CINCO APPS A DESTACAR
«Yo vengo a hablar de mi aplicación«. Así se planteó otra de las charlas de BIME Pro con los siguientes ponentes y apps: Jonathan Davis (Shazam), Daniel Brocek (Big Guide / Bands), Joanna Alpe (Makelight) y Unai Mimenza (Practice Your Music), con Patrcik Bergel (Chirp) como moderador. Todos coincidieron en que es muy importante «hacer una cosa, no más, pero hacerla bien«. Una idea clara y explicar de forma fácil y directa esa idea. También han resaltado que una app no puede ser para utilizar de forma solo personal, sino que tiene que ser algo «para enseñar y compartir«, que nunca se quede en una comunicación de un solo individuo.
Demos a cada uno de ellos unas líneas para explicar sus proyectos. Resaltaba Shazam como el nombre más grande en esta charla, una de las más importantes aplicaciones para reconocer música y escucharla en modo online/offline , pero que ha abierto horizontes y ha dado el paso para competir ya con Spotify. Brocek explicó la simple idea de Big Guide: una guía de eventos que se complete con más datos sobre el evento como dónde está el local, cómo es el local, qué gente acudirá al evento, entre otras mejoras.
Joanna Alpe definió Makelight como una experiencia start-up para artistas y marcas, y no como una app convencional. Makelight sirve para que el público de un concierto o festival pueda interactuar con el artista a través del smartphone. Podríamos decir que esta aplicación es similar a cuando miles de personas encendían su mechero y lo movían a lo alto: «Nuestro objetivo no es estar en el móvil de la gente -aunque se agradece-, sino trabajar conjuntamente con artistas. En definitiva, conectar a marcas, artistas y fans en un evento en directo y que tenga una continuidad después del evento, por ejemplo, enviándoles fotografías en las que aparezca cada propietario del smartphone«.
Aunque ejerció el rol de moderador, Bergel también explicó la funcionalidad de una de sus app. Chirp sirve para poder asignar una imagen a un sonido, es decir, cuando el smartphone detecta un sonido en concreto, muestra la imagen que le haya sido asignada. El principal ejemplo y funcionalidad con la que publicitan esta app es con el mundo de los pájaros: un pájaro canta y el móvil nos muestra qué pájaro es.
Practice Your Music fue otra de las apps analizada en la charla. Una aplicación que muestra en vídeo y audio a una banda tocando una canción en directo, grabada especialmente para la app. Lo práctico es que ese vídeo se puede ralentizar y se pueden cambiar sus planos. Todo con un fin didáctico: el aprendizaje de la música. Esta app ya fue presentada el pasado año en Durangoko Azoka. Unai Mimenza explicó que han empezado con estilos de música jazz, pero que la intención es ampliar hacia otros estilos musicales.
Esto fue todo lo que pudimos ver en la primera jornada de BIME Pro, pero no fue lo único que hubo, pues también se habló de economía digital, de música en videojuegos, de crowdfunding, incluso hubo un acústico del grupo Señores y un largo etcétera (que se extendió con los showcases de la tarde/noche en Bilbao). Un evento interesante y que esperemos que vaya a más para que sea lo más aprovechable posible para los asistentes y también para los ponentes.