Recién finalizada su participación en el ciclo GPS (Girando Por Salas), gracias al cual ha podido llevar las canciones de su debut, «Choose The Love», a plazas tan importantes como Madrid, pero también a lugares más atípicos como Badajoz o Girona, la joven cantante se enfrenta a uno de sus mayores retos e ilusiones: dedicarle una noche a Amy Winehouse. Será el próximo jueves, 23 de febrero, en Kafe Antzokia
A los tres años, la bilbaína Berta Pallares ya sabía lo que era situarse frente a los focos, pues fue a esa temprana edad cuando comenzó su andadura como modelo publicitaria. Poco después, en cuanto empezó a dominar el lenguaje oral, desarrolló un gusto por el canto que (concursos de karaoke mediante) la llevó, en 2011, a probar suerte con la música.
Fue por aquel entonces cuando empezamos a verla junto al cantante reggae de Urduliz Novato (DirtyDansalCrew), quien le propuso ser su corista tras escucharla, por casualidad, un sábado por la noche. Después llegaron varias colaboraciones con raperos como Gordo Master y Rayden, entre otros, y la pudimos disfrutar como intérprete de versiones en multitud de garitos, bien fuera en compañía de Iñigo Obes, su guitarrista, bien fuera secundada por el DJ Big Sound Boy.
En 2014 conoció al compositor Antonio Garamendi y al productor Saúl Santolaria, con quienes conectó a la perfección. Fruto de ese triángulo artístico, empezaron a brotar ideas que se materializaron en «Miss You«, la primera canción firmada como Berta Bittersweet (a la derecha, en una foto de Mara Montiel), donde ya quedaba claro que pop y música negra habrían de mezclarse para plasmar con fidelidad aquello que la vocalista llevaba impreso en su ADN musical.
El año pasado, en 2016, vio la luz su primer álbum, «Choose The Love«, el cual fue grabado gracias al apoyo económico de sus seguidores, quienes colaboraron vía crowdfunding para que el debut de Berta Bittersweet fuera una realidad. Un disco de pop contemporáneo y R&B añejo, de querencia hip hopera y alma soul (valga la redundancia). Un trabajo, en definitiva, que hizo las delicias de todos aquellos que venían siguiendo los pasos de la prometedora cantante, pero que sirvió, además, como carta de presentación de cara al gran público.
Ahora, recién finalizada su participación en el ciclo GPS (Girando Por Salas), gracias al cual ha podido llevar su música a plazas tan importantes como Madrid, pero también a lugares más atípicos como Badajoz o Girona, se enfrenta a uno de sus mayores retos e ilusiones: dedicarle una noche a Amy Winehouse. Será el próximo jueves, 23 de febrero, dentro del ciclo Izar & Star, en el Kafe Antzokia de Bilbao. Ahí, en compañía del saxofonista estadounidense MC Charles Cooper Chop y con Big Sound Boy tras los platos, las increíbles canciones de la malograda cantante inglesa volverán a cobrar vida gracias a la no menos impresionante voz de Bittersweet. Los más rockeros Mississippi Queen & The Wet Dogs (con miembros de Last Fair Deal, Quaoar o James Room y la vocalista Inés Goñi) completarán una velada muy especial. No te la pierdas.
CONOCIENDO A BERTA BITTERSWEET
Acabas de participar en el ciclo GPS (Girando Por Salas), actuando en Galicia, Catalunya, Extremadura, Castilla y Madrid. ¿Cómo ha sido la experiencia?
¡Ha sido nuestra primera gira y la verdad que ha sido una experiencia muy buena descubrir y que te descubran! La gente que ha venido a vernos ha disfrutado mucho y hemos tenido la suerte de tocar en lugares donde nos han acogida genial y nos hemos sentido como en casa.
Suponemos que toda una oportunidad, porque no es tan fácil poder montar una gira y, encima, hacerla en condiciones, con una serie de garantías básicas cubiertas y cobrando un caché, ¿no?
Las garantías básicas las cubren una vez finalizada la gira, así que quizá esa es la parte que más nos ha costado… El poder pagarla para ahora recibir la subvención y el caché garantizado, pero efectivamente ha sido una gran oportunidad para poder salir de Euskadi y que nos conozcan un poquito también en ciudades que puede que de otra manera no hubiéramos ido.
¿Cómo se ha recibido la música de Berta Bittersweet fuera de territorio vasco? Cerdanyola del Vallés, La Bisbal d’Empordà u Olivenza no son lugares en los que tuvieras previsto actuar…
¡Exacto! La verdad que muy bien, hemos tenido gente genial y muy animada disfrutando con nosotros. ¡Nos llevamos sorpresas muy positivas! Hay ocasiones en las que piensas que no va a haber mucha gente, ¡pero las redes van muy rápido y la gente se mueve! Los locales tambien hicieron promo y nos vino a ver mucho público que no nos conocía, así que genial.
¿Animarías a las bandas y artistas vascos a participar en el ciclo?
Si tienen facilidad para cubrir los gastos en un primer momento, sin ninguna duda, sí. En mi caso ha sido lo único que nos ha costado un poco.
¿Crees que en tu ciudad, en Bilbao, o en Euskadi, se cuida a los músicos locales? ¿Es fácil desarrollar una actividad musical? ¿Hay ayudas? ¿Hay circuito? ¿Qué hay?
Bueno, yo creo que sí, porque se están haciendo cosas y eso significa que hay movimiento y que ya existe gente con ganas de ofrecer cultura musical en Euskadi. El tema de las ayudas me tiene un poco más perdida, sí que las hay, de hecho es cuestión de moverse un poco y darle vueltas al coco. Además, cada vez hay más locales, asociaciones, tiendas, marcas que patrocinan o ayudan y que se animan a realizar nuevas actividades. Creo que es cuestión de querer.
Tienes un estilo, vamos a decir muy «internacional«. Sin embargo, parece que cuesta asomar la cabecita en el panorama musical. ¿Qué hace falta para tener «éxito«? ¿Ayudas como GPS? ¿Salir en la tele? ¿Ser un personaje «influencer» en Internet? ¿Prensa rosa? ¿Marketing salvaje? ¿Qué? A veces parece como si la música por si sola no fuera suficiente…
Todo depende de lo que tu consideres «éxito». Obviamente me encantaría poder vivir desahogadamente de la musica y tener una casa en el campo para irme a escribir canciones y disfrutar de la vida pagándome las giras. Pero eso es un sueño, y luego está la realidad, que es mucho mejor, porque es real. Y esa es por la que lucho, por seguir gozando de mi éxito personal que es disfrutar de la música, el amor, la familia los amigos y las cosas bellas de la vida.
En nada te vas a poner en la piel de… ¡Amy Winehouse! ¿Cómo surge la idea de versionarla en directo? Ya hemos escuchado tu cover de «Back To Black«… ¿Todo viene de esa canción?
Ese es uno de los temas que más me gusta de ella, y, además, el que en más ocasiones he cantado. Es brutal. Toda ella era brutal. Es todo un reto y un honor y lo haremos desde el mayor de los respetos. Es algo que siempre he querido hacer y por fin llegó el día. A disfrutar como si no hubiera un mañana.
Tu música, como la de Amy, está llena de influencias negras: r&b, hip hop, reggae, soul… ¿De dónde te viene a ti el gusto por esos sonidos?
Mis padres tienen toda o casi toda la culpa de que me guste la musica negra. Solían escuchar artistas como Otis Redding, Etta James, Marvin Gaye o Stevie Wonder… y a mí las melodías vocales que hacían me llamaban la atención y trataba de imitar los giros. Así empezó todo.
Amy tuvo encontronazos con su discográfica por querer sacar un disco 100% jamaicano. En el sello se lo echaban para atrás. Tampoco le dejaron ser la cantante soul que ella quería ser. ¿Qué tipo de cantante quieres ser tú? ¿Has tenido que lidiar con alguna presión, cortapisa, con algo que te haya condicionado artísticamente?
Bueno yo quiero ser yo en todo momento y, como siempre digo, odio las etiquetas. No me gusta tener que poner etiquetas a las cosas porque creo que equivalen a limitaciones. Creo que hasta el momento no he tenido que lidiar con algo así, no trabajo con ninguna compañía que me diga cómo ser, escribir o cantar y espero no hacerlo nunca.
¿Hacia dónde van tus siguiente pasos? ¿Qué planes tienes para 2017?
De momento trabajar y escribir nueva música y dar algunos conciertos, pero algo menos que el año pasado. Estar un poco más tranquila y descubrirme un poco más en esta etapa de mi vida.