Te contamos qué visitar, dónde comer, tomar copas, bailar, pasear, disfrutar del paisaje, alojarte… y mucho más. Para que, cuando vayas al Festival Internacional de Benicàssim (donde este año, del 13 al 16 de julio, actuarán Red Hot Chili Peppers, The Weeknd, Kasabian, Los Planetas, Deadmau5 o Foals, entre muchos otros), no te pierdas ni un plan
Benicàssim, considerado como uno de los centros turísticos pioneros en España, lleva más de un siglo siendo un destino vacacional de primer orden. Ya en 1887 se construyó allí la primera villa de verano, promoviendo un auge en el número de visitantes que le valió al municipio castellonense el apelativo del «Biarritz de Levante«, ahí es nada. Actualmente, la localidad costera cuenta con una capacidad receptora de 100.000 personas (cuando el censo municipal no llega a los 20.000 habitantes).
Debido a ese gran tirón y capacidad turística, en 1995 cuatro amigos (Luis Calvo -de Elefant Records-, Juako Ezpeleta -de la revista Spiral- y los hermanos Morán -Miguel y José-) pensaron que Benicàssim sería un buen lugar para montar un festival musical de perfil indie y querencia anglófila. Acertaron. Tanto, que del antiguo velódromo sede de las primeras ediciones del FIB (acrónimo de Festival Internacional de Benicàssim) enseguida se quedó pequeño y hubo que levantar el actual recinto de festivales junto a la carretera N-340. Así se pasó, progresivamente, de los 8.000 asistentes del primer año a los más de 150.000 de ediciones posteriores. También se pasó de agosto a julio… para que miles de turistas atraídos por el sol y la playa no coincidieran con miles de fibers atraídos por la música, el sol, la playa… y mucho más.
A continuación, te destacamos unos cuantos de los muchos atractivos de Benicàssim (más allá del propio FIB, claro, que este año -del 13 al 16 de julio- se presenta bien completito: Red Hot Chili Peppers, The Weeknd, Kasabian, Los Planetas, Deadmau5, Foals, Biffy Clyro, Crystal Fighters…). O, dicho de otro modo, qué es lo que puedes hacer allí cuando vayas al FIB aparte de vivir más de medio centenar de directos en el recinto festivalero. Una selección de Joseba Vegas e Iker Arana.
COSAS QUE HACER EN BENICÀSSIM
PLANES DE DÍA
Los planes de día son abundantes y variados, pero la mejor forma de comenzar la jornada es una escapada al Voramar, donde disfrutar de un desayuno o brunch en su terraza al borde del mar. Es uno de los sitios más apetecibles de la zona. Se suele llenar tanto de día como de noche, por lo que conviene ir con tiempo para poder coger sitio. Otra opción es la terraza del balneario El Palasiet, que también tiene unas impresionantes vistas.
Una vez recuperadas las fuerzas, nos podemos pegar unos buenos paseos. Como el de la Ruta de las Villas y disfrutar de las lujosas mansiones de los adinerados de antaño (las hay del s. XIX) al borde del paseo marítimo. Desde cerca del Voramar, podemos tomar la Vía Verde, un sendero que une la localidad con su vecina Oropesa por la antigua vía del tren y que discurre siguiendo la línea de la costa. Es un paseo de unos 6 km asequible para todo el mundo, y con estupendas vistas.
Si no quieres patear tanto, una de las opciones más recomendables es desviarse hacia alguna de las innumerables playas, alguna incluso más allá de Benicàssim (que, no obstante, cuenta con 7 kilómetros de arenales bañados por el Mar Mediterráneo –aquí las tienes todas-). La playa de La Renegà, a mitad de camino de Oropesa (también se puede ir en coche) es una de las más interesantes. Se trata de calas de roca escondidas de la muchedumbre, un pequeño paraíso a tiro de piedra del pueblo. Descubierto queda.
Otra ruta para amantes de la naturaleza y los paisajes, es la subida (en coche) al Desert de les Palmes. Ojo, que de «desierto» no tiene nada, pero recibe este nombre por haber sido una zona carente de población. Las vistas de La Plana desde el mirador son espectaculares, como lo es también la tortilla de patata del restaurante Desert de les Palmes, fundado en 1967, ubicado un poco más adelante en el camino y con unas vistas a-lu-ci-nan-tes.
Cuando el hambre apriete, lo suyo es regresar al pueblo, ya sea a picar algo en las Tascas, o a pegarnos un homenaje en sitios como La Manduca, La Dispensa, El Lipizano, Donde Ana… Dependerá, en gran medida, del hambre que tengamos, pero el carajillo de rigor en el Nou Cafe (Plaza de los Dolores) no nos lo debería quitar nadie. Frente a muchos brebajes cafeteros que hayáis probado en otras latitudes, los carajillos de la provincia de Castellón son toda una institución, con su ron (o cognac) bien quemado y un hilito de café, nada que ver con otros potingues. Hay que probarlos. Otra de las especialidades locales es la tarta de chocolate de Alfredo Marqués (c/ Santo Tomas 131), una de esas cosas a las que es muy difícil resistirse.
Pero, para recomendaciones locales, no puede faltar la paella. Hay muchísimos sitios donde poder comerla, pero no todos son iguales (¡huid como de la peste de todo local con rótulo de «Paellador«!) En el restaurante del Hotel Voramar podemos meternos entre pecho y espalda una paella clásica o un arroz con bogavante de altísimo copete. El Lipizano o el Pipes i Carasses (en el centro del pueblo) son otras dos opciones estupendas y un poco más económicas. También La Pimienta Rosa hace buenos arroces y a buen precio. En Les Barraques (Gran Avenida 217) incluso las sirven por ración o las preparan para llevar.
En la zona de playa, no puede faltar la del Villa Sofia. Y si no ha habido suerte o estamos en la zona más próxima al Grao de Castellón, La Ola y el Rincón del Marinero, donde hacen una paella, arroz con bogavante, o el típico arrós del senyoret excelentes. En Castellón ciudad, está el Arropes, toda una institución especialista en arroces.
Ah, y un ultimo apunte. Ese hotel tan vistoso cuyo rótulo se ve desde el recinto del FIB es el Orange. Pero aquí, frente a la costumbre de pronunciarlo en inglés/francés (Oreinch/Oransh) se dice tal cual está escrito, ORANJE, con jota de toda la vida. Con saber eso, estaréis plenamente integrados. Es el alojamiento favorito de muchos turistas, fibers… y artistas. Te lo recomendamos, claro.
PLANES DE NOCHE
El primer paso de una noche en Benicassim siempre comienza, antes de que caiga el sol, haciendo una ruta por la zona de Tascas (Carrer La Pau, Bayer, Plaza de la Estación), donde tomar una cerveza fresca y picotear algo en la multitud de locales que hay. Nuestras recomendaciones: El Mejillón, VinUp Toneles, La Guindilla… La elección siempre variará según el presupuesto, pero, si vas totalmente tirado, las grasientas hamburguesas y flamenquines del Pingüin’s han salvado a más de un incauto en horas de necesidad.
Otra opción comienza en la playa, donde podemos pasar una tarde bien a gusto tomando cañas en alguno de sus chiringuitos. Ojo, que hay de todo, pero recomendamos el As Villa Sofía (antiguo As de Pollos) o el Jota’s frente a la gran mayoría para degustar una cervecita en la arena de la playa con la brisa fresca del mar. Una opción un poco más glamourosa es cenar en el Botavara del Eurosol, mientras que para los que lleven el bolsillo más apretado recomendamos tomar un clásico Bratwurst en el Belumar (en la misma zona). Un poco más alejada del pueblo (hacia el Grao de Castellón) tenemos la playa del Gurugú, con otros tantos chiringuitos y un ambiente un poco mas relajado que en las playas cercanas al pueblo.
Pero el verano en Benicàssim no se entiende sin el Perk. La ruta, hagamos lo que hagamos siempre pasa por allí, uno de los más míticos pubs. Ubicado en la Plaza de los Dolores, es la principal referencia musical (que queda) del verano benicense. Local minúsculo, pero con gran terraza y excelente personal que lo mismo te pone un gintonic que te lanza hits desde la cabina. La terraza está abierta hasta altas horas de la noche y, en el interior del bar, puedes disfrutar de grandes sesiones de indie, rock, garage, soul… Un pequeño oasis entre la pachanga comercial que abunda en cualquier ciudad de vacaciones.
Otras alternativas para salir: Bombo Rock (antiguo Fraguel, a escasos metros del Perk), El Corb (cerca de Tascas, templo del punk y rock nacional), Travesura (un poco más apartado, al lado del Puente de Hierro, y con público más mayor y música 70s y soul). En el caso de que la noche se alargue más de lo previsto, las opciones se reducen al ya mítico Boom Club, discoteca abierta hasta el amanecer con una selección de DJs de «lo millor de la terreta» junto a caras conocidas del panorama nacional. Indie y eléctronica a partes iguales.
PLANES EN EL FIB
Aquí no vamos a extendernos demasiado, porque basta con que eches un ojo al cartel del FIB 2017 (del 13 al 16 de julio) para que veas que la cosa pinta muy pero que muy bien.
A clásicos internacionales (Red Hot Chili Peppers, The Jesus And Mary Chain, Dinosaur Jr., Ride) hay que añadirle grupos británicos de esos que lideran los festivales de las islas (Foals, Kasabian, Crystal Fighters, Biffy Clyro), solistas con pasado en bandas de primera línea (Liam Gallagher, Peter Doherty), nuevas superestrellas del hip hop, grime, R&B y pop mainstream (The Weeknd, Stormzy, Mykki Blanco, Dua Lipa, Years & Years)… así como del pop indie (Temples, Twin Peaks, Slaves, Blossoms), electrónica rompepistas (Deadmau5, 2ManyDJs, Bonobo, Mura Masa, Kaytranada)… y un largo etcétera. Sin olvidar que estarán presentes algunos de los grupos españoles más requeridos en los festivales del país (Los Planetas, Love Of Lesbian, La Casa Azul, Belako, Joe Crepúsculo… e incluso los resucitados Surfin’ Bichos). Entradas y abonos, en www.fiberfib.com
Lo dicho: Pinta muy bien. ¡Nos vemos en Benicàssim!