Tercera y penúltima jornada en el vigésimo aniversario del Festival Internacional de Benicàssim. Manuel Mataix (con fotos de Adolfo Llopis) narra para bi fm lo sucedido en las actuaciones de Manic Street Preachers, The Libertines, Katy B, Lily Allen, Tachenko, Jero Romero, Triángulo de Amor Bizarro, Maronda, Toxicosmos…
En un día como este sábado, y en un festival como el de Benicàssim, una de las cosas más importantes es una buena organización para poder ver casi todos los grupos el máximo de tiempo posible. Había mucho y muy bueno.
Así que, sobre las 19.00h., ya les dimos la bienvenida Maronda. Los valencianos se subían por primera vez al escenario principal de Benicàssim y cumplieron con la responsabilidad que eso conlleva. Unos 30 minutos de concierto para empezar lo que iba a ser un día largo. «Cristiandad», «La Recriminación», «Volverás», «Vivimos en democracia» o un final con «Los novios de Bélmez» sonaron con la fuerza del Escenario Maravillas.
Triángulo de Amor Bizarro, un poco más tarde, hicieron temblar los cimientos. Una buena cantidad de temas de su más que notable «Victoria Mística» (2013) sonaron con un volumen atronador. Arriba del escenario, los coruñeses, hicieron sonar canciones como «Estrellas místicas», «Ellas se burlaron de mi magia», «Robo tu tiempo», «Enemigos del espíritu» o «Un rayo de sol», para terminar con otras como «De la monarquía a la criptocracia».
Todavía daba el sol sobre el recinto de conciertos y Jero Romero comenzaba a las 20.55h en el Fib Club. Fuimos a refrescarnos y a verlo un rato con tranquilidad, antes de acercarnos de nuevo al escenario Maravillas para ver lo que preparaba Katy B.
La voz de Jero sonaba con un brillo que nos dejó boquiabiertos. El resto de componentes del grupo se arropaban unos a otros haciendo que se quedara grande el escenario Fib Club y dando la sensación de estar en un círculo en su local de ensayo. La traducción fue un concierto soberbio, de sonido casi perfecto, con un repertorio muy bien elegido y con el exSunday Drivers disfrutando y haciendo disfrutar. El concierto perfecto (y, din duda, uno de los mejores) para disfrutarlo con la tranquilidad que dejaba el escenario principal al resto.
Ya de nuevo al mundo real, Katy B, a ritmo de su house/dubstep/pop, iba llenando poco a poco la explanada grande del festival. Acompañada por su grupo y cuatro bailarinas, repasó canciones como «Lights On», «Katy On a Mission» o «Crying For No Reason», que hicieron bailar a todos los que allí la seguían. Nosotros decidimos verla desde un lateral apartados de la multitud. Entre el concierto que acabábamos de disfrutar, y el que venía, no nos sentimos muy atraídos por la inglesa. Como cuando te preparas largo tiempo para algo y por fin llega el momento, los nervios casi se apoderaban de nosotros. Se acercaba uno de los motivos por los que nos habíamos acercado hasta este festival.
El escenario Trident fue el elegido para que los Manic Street Preachers aparecieran en este FIB, alrededor de las 22.00h de la noche. James Bradfield desató la locura al comenzar con ese riff de «Motorcycle Emptiness» que la gente coreó hasta dejar sin voz a más de uno. Y eso que sólo era el comienzo. Todo singles y hits. El rock reivindicativo de los galeses llenó la explanada del Trident y aprovecharon así para presentar su recién estrenado «Futurology» con «Walk Me To The Bridge», «Europa Geht Durch Mich» y la propia «Futurology», que da título al trabajo (el número 12 de su discografía). «Your Love Alone is Not Enough» y «You Stole The Sun From My Heart» hasta que la preciosa «Ocean Spray» fue un breve punto de inflexión. Ya no más: «A Design For Life», «Suicide Is Painless (theme from MASH)», «Tsunami», «Show Me The Wonder»…
Imperdonable haber estado en el FIB y habérselos perdido, porque terminar coreando «If You Tolerate This Your Children Will Be Next», junto a miles de personas, es algo que todo el mundo debería hacer una vez en la vida, más si se es aficionado a la música (y no digamos ya si se ejerce como fiber de pro. Quien entienda por qué no actuaron en el Escenario Maravillas, en el grande, por favor, que nos lo explique.
¿Qué tocaba ahora? Ah sí, ¡Lily Allen! Con esta chica había que preguntarse qué no le pasaría. Después de cancelar dos veces en años consecutivos (2009 y 2010) esta vez casi pierde el tren, saliendo a escena con algo de retraso sobre la hora prevista. Sinceramente, después de asistir a un concierto como el de los Manics, en el escenario segundo, cuando acudes al escenario Maravillas y te encuentras con ese espectáculo (tanto en el escenario como entre el público) te quedas un poco sin saber qué decir, como fuera de lugar. Canciones sarcásticas y divertidas como «URL Badman», «Fuck U», «Hard Out Here», «22» o «Smile»; junto a la destacable versión del «Somewhere Only We Know» de Keane, pero vamos, que más de lo mismo: Fiesta facilona si lo que apetece es moverse un rato sin pensar en qué se está haciendo sobre el escenario. Para nosotros, todavía era un poco pronto para eso.
Como pensamos que Lily no nos echaría en falta, y que nuestro hueco pronto lo ocuparía alguien que le pusiera más ganas, la dejamos y nos unimos a un reducto de españoles bastante numeroso que aguantaban, como en un mundo a parte, viendo a Tachenko en el escenario Fib Club. Desde allí, Sergio Vinadé envió algún cariñoso saludo a su compañera de horario: «Lily, hermosa, ¿como vas?«. Los de Zaragoza tocaron temas nuevos como «Dame una pista», «Mi amor, las mayorías» o «Suerte y relámpago», pero también algunos antiguos que nos encantó volver a escuchar: «Escapatoria», «La resistencia» (sin duda, una de nuestras favoritas), «Hacia el huracán»… y, para los que los seguimos desde hace más tiempo, «Amable» y «Nataciones». Bonicos de verdad.
Los grupos españoles, durante toda la jornada, defendieron sus setlists con uñas y dientes, y una buena muestra fue que, durante esos conciertos, eran varios los de habla no hispana que buscaron algo diferente y se acercaron a disfrutarlos. Y así llegamos a lo que nos propusieron como plato fuerte del día: The Libertines. Era hora de volver a escuchar guitarras en el escenario principal y dieron un buen repaso a sus dos discos.
¿Qué decir de Pete Doherty que no se haya dicho ya? Creo que nadie sabíamos por donde nos podrían salir The Libertines tocando a la 1.00h de la noche. Carl Barât apareció con la chaqueta que llevan en la portada de sus grandes éxitos a modo de preludio de lo que podía ser el concierto. Por decirlo de una forma sutil, no nos pareció una ejecución impecable pero sonaron «Can’t Stand Me Now», «Time For Heroes», «The Ha Ha Wall»… lo cual, para muchos, era más que suficiente. Para terminar, un bis en el que incluyeron «Albion», de los Babyshambles, y «Up The Bracket». Toda la juerga que llevaba encima Pete trató de transmitirla al resto del público, aunque sin mucha fortuna al parecer. Aún así, reiteramos, se agradeció el volver a escuchar guitarras sobre el escenario Maravillas después de toooooda una tarde de pop bastante blandito.
A la hora que terminaban, bien entrada la noche, Toxicosmos dj hacía acto de presencia en el Fib Club. Programado a las 2.15, todavía empezó su sesión un poco antes. Mucha de la gente que abandonaba el Escenario Maravillas, una vez terminado el concierto de Barât y Doherty, fue quedándose hasta casi llenar la explanada y disfrutar de una sesión que mezcló lo actual con lo clásico. Empezando con remixes preciosos de Belle & Sebastian y llegando hasta Ramones, Beatles o Smiths pasando por Icona Pop, fue toda una demostración de versatilidad a los platos.
Después, a Sebastian Ingrosso le tocaba subir al escenario Maravillas pero nosotros, como la noche del jueves, nos quedamos bailando temazos nuevos y otros de toda la vida hasta que aparecieron los primeros rayos de sol en el horizonte de Benicàssim. Tras Toxicosmos, Sunta Templeton siguió con la música. El FIB iba tocando a su fin. Quedaba un último día.