Quizá muchos no dieran un duro por la visita del beatle, pero lo cierto es que la mayor parte de las dos horas y media de concierto estuvieron a un altísimo nivel musical. Desde temas en solitario hasta clásicos de los Wings, pasando, cómo no, por un largo listado de hits de su época con John, George y Ringo. Sonaron «Let It Be», «Yesterday», «Hey Jude» o un «Love Me Do» grandioso. Nos lo cuenta nuestro redactor Jaime Guardamino
OPINIÓN: Paul McCartney, ¿el último y más activo mito viviente?
El próximo 18 de junio Paul McCartney cumplirá 74 años, y por el concierto que ofreció en Madrid el jueves 2 de junio, nadie pensará que tiene muchas ganas de retirarse de los escenarios, al menos mientras le dure la salud. Y es que tras 12 años de ausencia (su última visita a la capital databa del 2004), McCartney volvió a tocar en Madrid con la misma banda que le acompaño en aquella fecha. Esta vez fue en un Vicente Calderón que rozó el lleno, y dónde los miles de fans que acudieron en masa a verle disfrutaron de lo lindo con más de dos horas de concierto, en las que interpretó ¡36 temas! de su dilatada trayectoria. No es una novedad que el peso del repertorio recayó en su época dorada con The Beatles, («Back In The U.S.S.R.» fue el trallazo rockero de la velada) pero también hubo tiempo para repasar su trayectoria con Wings (sin duda el mejor momento de la noche fue una apoteósica «Band On The Run«) y de su carrera en solitario.
McCartney vino arropado por su grupo desde hace casi tres lustros; esto es Rusty Anderson, Brian Ray, «Wix» Wickens y Abe Laboriel Jr. Su compenetración encima del escenario fue total y los músicos respaldaron a la perfección a Paul, bien sea intercambiándose instrumentos o calcando los coros en sus canciones. Se notaban los años que llevan juntos en la carretera, y ayudaron a que Macca soporte con holgura el peso de un concierto de dos horas y media. Y es que lo que importaba aquí realmente eran las canciones, esas que el público quería oír y que Paul ofreció intercaladas con algunos cortes de su álbum más reciente («Save Us«, «New» o «Queenie «Eye«) o clásicos de su carrera post-beatle (la mencionada anteriormente «Band On The Run», una exultante «Hi, Hi, Hi» o «Let Me Roll It«, con final intercalado con el «Foxy Lady» de Hendrix incluido). Y todo lo hizo con calculada precisión y profesionalidad, muy en su onda: hablando castellano en momentos puntuales, un chiste por aquí otro por allá, petición de boda entre dos fans españoles (algo que hizo que algunos tuviéramos que mirar al suelo para evitar el bochorno…) y unas cuantas cosas más marca de la casa. Y es que a McCartney se le quiere o se le odia, no existen puntos intermedios, y los fans ya estamos acostumbrados a su lado más «granny» (abuela), como decía el propio Lennon.
Todo lo anteriormente citado se ve compensado cuando el susodicho se cuelga su bajo Hofner y empieza a deleitarnos con su imperecedero repertorio. Es cierto que la voz de Macca ya no es lo que era, y es que el buen hombre se empeña en no bajarse los temas un par de tonos como lo hacen todos los artistas de su quinta. Es ahí donde la labor de los músicos se hace aún más evidente, pues consiguen (casi) tapar cualquier gallo o grito que McCartney suelte en los momentos más rockeros del set (como en algunos fragmentos de «Live And Let Die» o «Maybe I´m Amazed«, donde recurrió al grito para llegar a la nota adecuada.
Recuerdo de épocas pretéritas, en Madrid
El set acústico a mitad de concierto fue de lo mejor de la actuación, con un Paul mucho más seguro a la hora de cantar y una selección perfecta de temas Beatle como «Here, There And Everywhere«, «You Won’t See Me» o «We Can Work It Out«. Además, rescató «In Spite Of All The Danger«, primer corte grabado por unos Beatles aún adolescentes, y un «Love Me Do» grandioso. Hubo homenajes a John y George (algo ya habitual en sus actuaciones desde hace tiempo) con «Here Today» y «Something«, y hasta una fantástica «Being For The Benefit of Mr. Kite!«, que bordó de principio a fin.
Ya al final, y con un público a sus pies, Paul sacó lo más pesado de su artillería: «Let It Be«, «Yesterday«, «Hey Jude«, «Birthday» y un apoteósico «Golden Slumbers/Carry That Weight/The End» que cerró el concierto y dejó a todos los presentes con una sonrisa en la cara. Abandonando el estadio Vicente Calderón, y mientras nos dejábamos los cuartos en los stands de merchandising, comentaba con mi amigo, y gran aficionado Beatle, Borja Bonafuente las incidencias de un concierto que tuvo de todo, y en su mayor parte rozando el sobresaliente. Con un 2016 que de momento sólo nos ha dado noticias tristes para el rock, esperemos que no sea la última vez que disfrutamos de este músico irrepetible. Pues eso: Get back!
