La banda de Robert Smith volverá a la capital vizcaína el próximo 24 de noviembre de 2016, cuatro años después de su actuación en Bilbao BBK Live 2012. En total, la banda realizará 30 conciertos en 17 países de Europa, su primera gran gira por el continente desde 2008, incluyendo también citas en Madrid (20 de noviembre) y Barcelona (día 26)
¿Recuerdas aquel concierto de The Cure en Bilbao BBK Live 2012 y sus tres horas de duración? Hacía casi veinticinco años de su anterior visita a la capital vizcaína (donde habían actuado, en el Pabellón de la Casilla, un 22 de noviembre de 1987, en tiempos del «The Kissing Tour«). Aquella vez, tras un cuarto de siglo de espera, la cosa empezó bastante accidentada, tanto, que hubo quien pensó que, incluso teniendo a Robert Smith frente a frente, sobre el escenario, no habría show de la histórica banda post punk.
Tres cuartos de hora de retraso después, debido a problemas de sonido (concretamente, derivados del equipo del teclista Roger O’Donnell), el líder del quinteto empuñó su guitarra acústica y entonó «Three Imaginary Boys«, «Fire in Cairo» y «Boys Don’t Cry«. El contratiempo técnico quedó subsanado y la banda salió a escena con su formación completa, para despachar la friolera de 35 temas y no dar por finalizada su actuación hasta eso de las 3 de la mañana, mucho después de lo que estaba previsto. Un concierto que pudo no ser y que finalmente fue. Y que resultó antológico, con Smith teloneando a su propio grupo. Un lujo.
Ahora, se anuncia que The Cure volverán a Bilbao en 2016. Concretamente, será el 24 de noviembre, día en el que actuarán en el BEC! dentro de una gira de 30 conciertos que recalará en 17 países de Europa, significando su primer gran tour por el continente desde 2008. También habrá sendas fechas en Madrid (Barclaycard Center, 20 de noviembre) y Barcelona (Palau Sant Jordi, día 26).
La gira «The Cure 2016» incluirá a Robert Smith (voz/guitarra), Simon Gallup (bajo), Jason Cooper (baterista), Roger O’Donnell (teclados) y Reeves Gabrels (guitarra) repasando 37 años de carrera, mezclando éxitos, rarezas y temas hasta ahora inéditos. Como banda invitada en toda la gira europea estarán The Twilight Sad. ¿Los precios? Entre 45 y 75 euros más gastos de distribución. Las entradas se pondrán a la venta el jueves 3 de diciembre a las 10h a través de la Red Ticketmaster, El Corte Inglés y la web de Live Nation, donde también habrá una preventa desde el martes 1 de diciembre a las 10.00h hasta el jueves 3 de diciembre a las 09.00h.
THE CURE, SUPERVENTAS OSCUROS
The Cure se fundó en Crawley, Inglaterra, en 1976, bajo el nombre inicial de Easy Cure (proyecto surgido de las cenizas de The Obelisk y Malice). En 1977, Easy Cure ganó un concurso para bandas emergentes organizado por el sello alemán Hansa Records y recibió como premio un contrato de grabación. De ahí nacieron varias canciones que después derivarían en la maqueta de «Killing an Arab«, uno de los temas más famosos de The Cure. Sin embargo, el sello teutón no quedó nada contento con las primeras composiciones de su nuevo fichaje, a quien pidió que grabara versiones en lugar de optar por material propio, más oscuro y punk de lo que la discográfica pretendía. En marzo de 1978, el grupo rompió su contrato con Hansa, quien no llegó a publicar nada de Easy Cure… como tampoco llegaría a hacer la banda, al menos bajo ese nombre y de manera oficial (aunque algunas reediciones de discos de The Cure han incluido demos y grabaciones en directo como material extra).
La última vez que Easy Cure se subieron a un escenario fue el 22 de abril de 1978, cuando actuaron en el Aula Magna del Instituto Montefiore de Crawley. Tras eso, Porl Thompson fue expulsado del combo por sus divergencias estilísticas con Robert (el, por otro lado, hermano de Janet Smith, la ya por entonces pareja y actual esposa de «Pearl» Thompson -como es ahora conocido-. A su vez, es hermano de Carol Thompson, exmujer de Simon Gallup -bajista del grupo desde 1979-). Easy Cure acortaron su nombre y se convirtieron en The Cure, oficialmente, en mayo del 78.
Así, podemos decir que los miembros originales de The Cure fueron Robert Smith (voz y guitarra), Laurence «Lol» Tolhurst (batería) y Michael Dempsey (bajo). Posteriormente la banda continuó sufriendo múltiples cambios en su formación; siendo Smith el único miembro original que continúa y que siempre ha formado parte del proyecto. Porl Thompson llegó a regresar hasta en dos ocasiones (1984-1993 y 2005-2011), mientras que Tolhurst está en el grupo desde 2011 (tras haberlo dejado en 1989). En total (y músicos de directo al margen), hasta trece han sido los diferentes miembros de The Cure. Curiosamente, trece es también el número de álbumes publicado hasta la fecha por Robert Smith y sus secuaces.
El primer disco de The Cure, «Three Imaginary Boys«, salió al mercado en mayo de 1979, llegando a lograr el número 44 de la lista británica de álbumes. En abril de 1980 salió su segundo LP, «Seventeen Seconds«, que fue un poco más allá que su predecesor y alcanzó el top 20 en listas del Reino Unido, colándose también en varias listas de países como Francia, Holanda, Bélgica y Nueva Zelanda, con «A Forest» como single de éxito (con presencia incluso en la lista semanal Hot Dance Club Songs de la revista Billboard). En 1981 vio la luz «Faith«, que llegó al puesto 14 del top 20 en el Reino Unido y al número 1 en la lista de Nueva Zelanda (país donde siempre obtuvieron gran repercusión). Su canción más popular fue «Primary», la cual empujó las ventas del disco hasta superar las sesenta mil copias solo en el Reino Unido.
A partir de ahí, todos sus discos posteriores lograron entrar en el top 10 británico, de donde no saldrían hasta llegar al año 2000. «Pornography» (1982) fue número 8, «The Top» (1984) se quedó en el 10 y «The Head In The Door» fue su primer gran éxito «masivo«, con un número 7 en el Reino Unido y un número 59 en Estados Unidos que significaron ventas de más de 100.000 y 500.000 copias, respectivamente. A partir de ahí llegaron los días de mayor popularidad de The Cure, con «Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me» (1987) vendiendo ¡un millón! de ejemplares en USA (número 35) y más de 100.000 en su país (número 6), para ya desatarse la locura con «Disintegration» (1989), del que, solo en Estados Unidos se estiman unas ventas por encima de los 2.000.000 de copias. Incluso en lugares como Alemania consiguieron colocar más de 100.000 unidades del trabajo. Canciones como «Fascination Street«, «Lullaby«, «Lovesong» o «Pictures of You» sonaban en medio planeta.
El álbum más exitoso a nivel global fue «Wish» (1992), que, por fin, alcanzó el número 1 en el Reino Unido, quedándose en el 2 en la lista estadounidense Billboard 200. «A Letter To Elise«, «High» y, sobre todo, «Friday I’m In Love» tuvieron gran parte de culpa. Con decir que superaron las 70.000 copias vendidas en Australia, las 50.000 en Canadá y las 25.000 en un país tan pequeño como Suiza…
El décimo disco de estudio de The Cure fue, como decíamos, el último en colarse en el Top 10 británico. Publicado en mayo de 1996, «Wild Mood Swings«, alcanzó el número 9 en Reino Unido, lejos del 1 de su predecesor, pero logró vender más de quinientas mil copias solo en los Estados Unidos, una cifra nada desdeñable. Los tres álbumes más recientes -«Bloodflowers» (2000), «The Cure» (2004) y «4:13 dream» (2008)- no pegaron tan fuerte, pero han mantenido al grupo de plena actualidad y a un nivel artístico más que digno, a pesar de la disparidad de opiniones de los críticos, no siempre benévolos con el material más reciente.
MUCHO MÁS QUE ROCK GÓTICO
Son bastantes las ocasiones en las que Robert Smith ha rechazado la idea de que The Cure sea una banda de «rock gótico«, por mucho que, indudablemente, sea todo un icono para los amantes de la música siniestra. A fin de cuentas, los jóvenes Easy Cure tomaron forma cuando el punk estaba a punto de explotar, rebautizándose e iniciando su carrera justo cuando irrumpieron en escena bandas como Sex Pistols. Para cuando quisieron debutar habían pasado un par de años, por lo que la onda expansiva del «No future» no era ya tan fuerte. Una vez asimilado el boom de los grupos de sonido crudo y actitud desafiante para con el sistema, fueron muchos los artistas que ampliaron la paleta de colores (o los tonos de gris, en el caso que nos ocupa) para experimentar con diferentes sonoridades y cantar sobre temáticas no necesariamente políticas y sociales. Al menos, no primordialmente. El hecho de empezar a mirar hacia dentro (o hacia evocadores lugares imaginarios) en lugar de hacia fuera, de hacer canciones introspectivas (y no precisamente felices) hizo que muchas bandas post-punk fuesen catalogadas como «góticas«. Fue el caso de The Cure, claro.
Si incluso John Lydon, el líder de Sex Pistols, fundó en 1978 (solo un año después del lanzamiento de «Nevermind The Bollocks«) Public Image Ltd., su proyecto más experimental y rupturista (¡¿punks coqueteando con la música disco?!), ¿cómo no iban a surgir Joy Division, Siouxsie & The Banshees (sobre estas líneas, Siouxsie Sioux, sonriente junto a Robert Smith), Echo & the Bunnymen, Ian Dury and The Blockheads o Gang of Four? Pues eso.
En el caso de Robert Smith, por mucho que le pese a nuestro cardado (no tanto en sus inicios) protagonista, es indudable que la trilogía formada por los conceptuales «Seventeen Seconds», «Faith» y «Pornography» (extensible a su debut, «Three Imaginary Boys»), estuvo marcada por el siniestrismo, tanto a nivel de letras como de sonido (e imagen). No fue hasta después, hasta canciones como «The Lovecats» o «Let’s Go To Bed» (incluidas posteriormente en el recopilatorio «Japanese Whispers«, de 1983) cuando la banda empezó a adquirir formas más pop y vitalistas. El uso de elementos electrónicos hizo que las comparaciones tendieran más hacia Depeche Mode (iconos de la darkwave) que hacia figuras como la del malogrado Ian Curtis (cuyos excompañeros también tendieron puentes hacia el pop y la electrónica, New Order mediante).
En definitiva, que hablar de The Cure es hablar de una banda esencial para entender el afterpunk, la new wave, la darkwave, el rock gótico, el pop ochentero y el rock alternativo en toda su extensión. A día de hoy, Robert Smith es un icono de tal magnitud e influencia, que entre sus fans encontramos lo mismo a rockeros que a indies, metaleros o amantes de la electrónica de baile. Sus colaboraciones con Faithless, Crystal Castles, The Japanese Popstars o Paul Hartnoll de Orbital así lo atestiguan. Seguro que nos juntamos un buen puñado de variopintos seguidores en los conciertos de su próxima gira.