El próximo fin de semana (viernes 23 y sábado 24 de noviembre), el Palacio Euskalduna de Bilbao acoge el mayor festival de «cervezas no industriales» de Euskadi. Se podrá probar un centenar de variedades de hasta 12 países
1. Te gusta la cerveza artesana (aunque no lo sepas)
Que no, que lo que probaste aquella vez y te supo a “licor de flores” no era “cerveza artesana”, sino un brebaje casero que preparó tu colega con un kit que se pilló en AliExpress (como lo podía haber hecho con el Quimicefa…). Por eso los organizadores de Beerbao Fest prefieren hablar de cervezas “bien hechas”, “de calidad” o “elaboradas con mimo”, porque lo que caracteriza a las birras que ellos seleccionan es, básicamente, que no han sido fabricadas de forma industrial. ¿A que no prefieres uno de esos paquetes plastificados de albóndigas de la sección de precocinados del Mercadona al puchero de toda la vida de tu abuela? ¿Unas croquetas congeladas nadando en aceite en un bar de carretera frente a las que prepara tu tío, ese que no sale de la cocina del txoko de la cuadrilla? Pues eso.
2. Hay cervezas artesanas fascinantes más allá de las 4 o 5 que siempre te encuentras en los bares «modernukis»
Esto de las birras de calidad no es una moda pasajera. Es todo un mundo con el que deleitarse que, por suerte para nuestros paladares, ha venido para quedarse entre las mucho más sinsorgas marcas industriales. Algunas las has podido probar en los garitos más cool, sí (de hecho, la mayoría serán bares a los que los propios organizadores de Beerbao Fest asesoran para confeccionar sus cartas de “craft beer”, que se dice ahora). Pero el festival permitirá que, excepcionalmente, haya en Bilbao hasta un centenar de cervezas de alta calidad procedentes de 12 países (las noruegas Lervig y Cervisiam, la inglesa North Brewing, la danesa Dry & Bitter, la barcelonesa La Pirata…). Como ves, aún nos queda mucho por descubrir, probar y disfrutar.
3. Y las hay, claro, «made in Euskadi»
Aquí no solo hay afición creciente por la birra artesana, también hay un altísimo nivel en cuanto a elaboración. «En Euskadi somos de los mejores productores a nivel nacional. Además, cada vez se exporta más a Europa e, incluso, a Estados Unidos o China. Algo impensable hace unos años. Aquí se están haciendo las cosas muy bien, sí», alaban desde la organización de Beerbao Fest. Por eso, la representación local en la feria será importante. Estarán las guipuzcoanas Basqueland y Mala Gissona o la vizcaína Laugar. Y no solo las cervezas, sino sus maestros cerveceros. Seguro que te saben mucho más ricas aún si ellos mismos te cuentan cómo las elaboran.
4. El precio de la entrada se convierte en cerveza
No es magia, es que el grueso del precio (en torno a un 80%) al que se venden los tickets de acceso (sean abonos para los dos días o entradas de día) se convierte, según accedes a la feria, en “beercoins”. Es decir, en “euros cerveceros” que podrás ir canjeando por las consumiciones que decidas hacer (incluso en las de comida, no solo en las de bebida). Y si te fulminas los “beercoins” incluidos en tu entrada podrás cambiar más in situ.
5. No hace falta ir con ninguna lección aprendida. ¡Hay tours-cata de iniciación!
Parafraseando uno de los versos del «Gernikako Arbola» y lema de la Universidad del País Vasco (”Eman ta zabal zazu”), ”Edan ta zabal zazu” («Bébelo y difúndelo») es la consigna de los tours guiados por Beerbao Fest. Y es que esto no es el «Salón del Sumiller», por lo que no hace falta ir aprendido de casa. Con que te mole ir de cañas, ya estás capacitado. Los organizadores son los expertos, y están deseando compartir contigo lo mucho que ellos disfrutan de este mundo. Por eso han ideado tours-cata guiados de iniciación, en los que probarás 5 variedades, podrás conocer a los productores y aprenderás cómo esa delicia líquida ha llegado del campo hasta tu vaso. Hay plazas disponibles en horarios de mañana y tarde y en castellano y euskera. Cuestan 12 euros + gastos (reserva pronto, que vuelan). Y, si eres de los que ya controlan de cervezas, pues te saltas el tour y directamente a degustar lo que irá brotando (y alternándose) de los 30 cañeros instalados en el Palacio Euskalduna.
6. Guía + vaso oficiales con cada entrada
Todos los tickets de Beerbao Fest llevan incluidas la guía del festival (para que te puedas manejar dentro) y el vaso oficial (que no, no es uno de esos de plástico que te cuelgas al cuello en las txosnas, es una preciosa pieza de cristal conmemorativa para que, tras la feria, sigas desarrollando tu pasión por las “cervezas independientes” en tu propia casa).
7. A Beerbao se puede ir “de cañas” con la cuadrilla
“Es que ya hemos quedado la cuadrilla para ir de poteo”. Pues eso, leñe, en vez de ir a los garitos de siempre y beberos las cervezas de siempre, trasladad la ronda al Palacio Euskalduna, salid de la rutina y dejaos sorprender. Sea el viernes por la tarde después del curro, el sábado a mediodía antes de comer o el sábado por la tarde noche. Es más, si sois un grupo grande, mejor, así os podéis pedir diferentes variedades y las vais compartiendo y probando. Además, si en la cuadrilla hay txikis no pasa nada, pueden acceder a la feria con vosotros. También puedes sacarlos un rato a jugar por los ajardinados alrededores del Euskalduna y luego volver a acceder, claro.
8. Nosolobirra: También habrá comida y música
Se trata de pasar un buen rato probando sabores nuevos así que, obviamente, no estamos ante una feria “al uso”, con sus fríos stands en los que, una vez has arramplado con los caramelos y los llaveros de merchandising y te has echado al bolsillo el folleto de la empresa correspondiente, ya no sabes muy bien qué hacer. En Beerbao Fest habrá música gracias a varios DJs y también un food truck (sí, sí, en el interior del Palacio Euskalduna). En concreto, será la “Brasaneta”, de Dando la Brasa, la que te permita llenar el estómago entre caña y caña con sus cevitxes, su txori-bao, sus clásicas empanadas… Y, siempre, con opciones veganas disponibles.
+ 1 cerveza centenaria de regalo
En Beerbao Fest 2018 podrás probar, gratis, la Budejovicky Budvar, una de las marcas más antiguas de Europa. La prestigiosa cervecera independiente de la República Checa será la gran invitada a Beerbao Fest, así que obsequiará a cada asistente con un trago. En la ciudad de České Budějovice ya se consumía cerveza en el siglo XVI, y esta firma recuperó esa antigua tradición en 1896. Desde entonces, se ha convertido en la segunda mayor exportadora del país, para que veas que “cerveza artesana y de calidad” no tiene por qué ser sinónimo de pequeñas producciones. Por cierto, una curiosidad más: Aunque suene raro, la cervecera Budejovicky Budvar es ¡¡una empresa estatal!! Mientras en algunos países privatizamos hasta la sanidad, en otros tienen claro cómo preservar su patrimonio y su legado.