Tres recomendaciones tres para este mes. Las tres, hechas aquí y con label vasco de calidad. Un compendio de parábolas sobre la supervivencia del euskera («Ghero»), una costumbrista historia familiar maravillosamente contada («Historia de un coche») y una de las mejores obras que hemos visto en este 2018 («Paradigma»)
Una de las obras de teatro más esperadas de esta temporada 2018-2019 en Euskadi (la gira va a ser de aúpa) es “Ghero”, lo nuevo de la compañía Tartean. Desde BI FM no queríamos dejar de recomendártela este mes pero, claro, aún no hemos podido verla porque su estreno absoluto es el 20 y 21 de noviembre en el Teatro Arriaga de Bilbao. Por eso hemos querido adelantarnos hablando con su director, Jokin Oregi, a menos de dos semanas para levantar el telón. “Estamos con el culo prieto y como entrando en capilla”, bromea.
A lo largo de los años, Tartean ha creado un sello propio con sus comedias en torno al euskera (“Euskerazatemol”, “Larru Haizetara”…) pero, en esta ocasión, la propuesta pasa de radical. Y es que, ante el encargo de Euskaltzaindia para conmemorar su centenario, sus siempre inquietas mentes optaron por celebrar el euskera matándolo. Ni corto ni perezoso, Patxo Telleria decidió escribir una historia que transcurre en un año 3000 en el que solo queda un euskaldun. Y, encima, ingresado en un hospital (supuestamente) moribundo. Porque, en esos albores del siglo XXXI que este reconocido dramaturgo ha imaginado, solo se habla una única “lengua global” en todo el mundo. Idioma que, para más inri, él mismo se ha inventado (recordemos que Patxo ya escribió, tanto en euskera como en castellano, una comedia contemporánea en verso, “Pankreas”, lo que nos da una idea de que no se le pone nada por delante…).
Como algunas especies animales y vegetales, las lenguas pequeñas han ido desapareciendo a lo largo de la historia, quedando solo las más fuertes. Así que ese gris y pobre futuro con un único idioma común quizá no sea tan inconcebible… De momento, lo que “Ghero” aspira a hacer es, obviamente, homenajear al euskera. Pero, por extensión, celebrar las lenguas, su riqueza, su diversidad y su incansable empeño en mantenerse vivas frente a cualquier vicisitud. Como esos tréboles que se afanan por brotar verdes del cerebro de ese último euskaldun terminal que protagoniza el impactante y bellísimo cartel de “Ghero” (lo puedes ver más abajo).
A través de 9 fábulas, “9 poemas teatrales sobre las ganas de perdurar del euskera”, nos adelanta Jokin, “Ghero” plantea un originalísimo espectáculo que combina hasta una docena de idiomas. Porque el guion no solo está escrito en euskera (fundamentalmente) y en esa “lengua global” inventada. Inglés, castellano, chino, gallego, latín, íbero… entran y salen de escena en un trabajadísimo juego teatral que permite que no perdamos el hilo aún prescindiendo de subtítulos. La mirada irónica, como no podía ser de otra forma tratándose de Tartean, impregna todo ese plurilingüe texto, que se vale de ese imaginario futuro para hablarnos de temas actuales (¿no va el inglés camino de ser esa “lengua global”? Digo…)
Con Mikel Martínez, Iñaki Maruri, Ane Pikaza, Olatz Gamboa y el propio Patxo en el reparto, la obra se podrá ver casi casi en todos los municipios de Euskal Herria entre 2018 y 2019 (no exageramos; gira actualizada, aquí). Y, recuerda, “Ghero” es una propuesta dirigida “a todo aquel que quiera hacer una celebración del euskera, incluso a los que aún no conocen el idioma”. Porque, si no nos animamos a adentrarnos en él los que aún no lo dominamos, ¿seguirá existiendo el euskera en el año 3000?
Ya hemos hablado anteriormente en esta sección teatral de la sala Arimaktore de Barakaldo. Siendo reduccionistas, y para los que no la conozcáis (estáis tardando), podríamos decir que se trata de “una especie de hermano pequeño del Pabellón 6 de Bilbao” (eso sí, en este caso, por suerte a tiro de piedra de una parada de metro). Una pequeña taquilla, un ambigú para calmar el hambre y la sed, una amplia zona de bar donde poder estar a gusto antes de la función y, al fondo, una recogida sala de solo 50 butacas desde las que es toda una experiencia vivir el teatro (a centímetros de los actores). Existe desde hace seis años, pero hace dos que un hiperactivo y todoterreno equipo cogió las riendas para dejarse la piel programando todos y cada uno de los fines de semana. Y no solo programando, ¡también produciendo sus propios espectáculos! Ya nos ganaron con su “Gran Cabaret Pachón” la temporada pasada, pero ahora, con “Historia de un coche” (su sexta obra propia), nos hemos hecho devotos.
El escenario: el garaje de un domicilio familiar. Los protagonistas: dos hermanos. El momento: el día en que su padre ha fallecido. El macguffin: un coche que lleva tiempo estropeado. Ese coche que, durante 20 años, ha estado presente en la vida en común de los cuatro miembros de esa familia que, poco a poco, se ha ido rompiendo como el motor que ahora los hermanos deberían arreglar. ¿No es maravillosamente atractivo ya solo el planteamiento? Pues damos fe de que el resultado en escena ya es superlativo. Por el costumbrismo que rezuman las situaciones que se relatan, por el realismo y la verosimilitud de los diálogos, por el magistral y sorprendente uso de los flashback; en definitiva, por su capacidad para contar, con muy poco, mucho sobre esa compleja familia con la que casi cualquiera puede identificarse en algún momento.
El texto y la dirección de «Historia de un coche» es de Erik Leal, el (precioso y enmarcable) cartel, de Naiel Ibarrola, y la escenografía, de Edu Berja. Pero, en escena, el peso lo llevan al 100% los entregadísimos Leire Orbe (cada día en “Está pasando”, de ETB2) y Aitor Borobia, que dan vida a la hija (supuestamente) triunfadora y al hijo (supuestamente) descarriado. Bueno, y a más personajes (evitemos los spoiler). Porque, como nos cuenta Erik, la obra “nace como guion para una película y tiene esa pátina del cine indie, en el que no hay artificio posible y el do de pecho lo tienen que dar los actores”. Pues vaya si lo dan… Cum laude. “Historia de un coche” se estrenó en octubre y los últimos pases serán el sábado 10 y el domingo 11 de noviembre. No te la pierdas, de verdad (que, por si fuera poco, las entradas cuestan solo 10 euros consumición incluida).
Y una tercera producción vasca que te recomendamos para este mes de noviembre. No es la primera vez que desde esta sección teatral te animamos a que vayas a ver «Paradigma«. En esta ocasión estamos ya por obligarte, puesto que la próxima función es de entrada libre gracias al programa municipal Bilboko Zirkuitua (29 de noviembre; 19:30 h.; Centro Cívico de Rekalde). Cuatro personajes, una sola (y versátil) actriz y un guión redondo (y duro pero con atinadas concesiones al humor) sobre la actual situación de la mujer en todos los estratos de la sociedad. Sin sonrojo podemos afirmar que estamos ante una de las obras del año en Euskadi (aquí ya te lo contábamos hace meses). En nuestro Top 3 de tooooodo lo visto en este 2018 (que no ha sido poco), entraría con honores. Ahí es nada.