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“A los bares de rock solo nos queda el presente y seguir sobreviviendo”

Bullitt Groove Club

El club Bullitt cumple 18 años incidiendo en una fórmula que, entre 2001 y 2012, lo convirtió en todo un referente en Bilbao. Hablamos con su responsable.

Las noches del antiguo Bullitt
Pionero y superviviviente, el club Bullitt cumple 18 años incidiendo en su fórmula a base de soul, funk, indie y r’n’r, la misma que, entre 2001 y 2012, convirtió su antiguo local de Bilbao La Vieja en todo un referente. Asentado dentro de la programación de la sala Shake, celebrará la mayoría de edad este sábado, 23 de noviembre. Hablamos con su responsable, Adrián Medrano

Entre 2001 y 2012 existió en Bilbao, en la calle Dos de Mayo, un local llamado Bullitt Groove Club cuya fórmula a base de soul, funk, jazz, indie y rock and roll conjugando sesiones de DJ con bandas en directo (junto con diversas actividades paralelas, como cineclub o charlas) lo convirtió en todo un referente.

Un garito «de espíritu entusiasta, agitador y underground» por cuya cabina pasaron pinchadiscos como Juan De Pablos, Fernando Pardo, Carlo Coupé, Julián Maeso, Kamikaze o Rober! de Atom Rhumba, sin olvidar los conciertos de We Are Standard, Capsula, Delorean, The Unfinished Sympathy, Bart Davenport, Speaklow o The Cherry Boppers, entre otros.

The Magic Teapot en concierto

The Magic Teapot en concierto

Tras cerrar hace siete años (si bien el local siguió abierto, pero con diferente gerencia y línea estilística, bajo el nombre de «New Bullitt»), el club fue reviviendo de cuanto en cuanto, por medio de fiestas conmemorativas, primero (las llamadas «Real Bullitt – Original Sessions»), y gracias a su inclusión dentro de la programación de la sala Shake!, después.

Ahora, cuando se cumplen 18 años de su apertura, hablamos con Adrián Medrano, su responsable, para echar la vista atrás y recordar, de primera mano, los años gloriosos del Bullitt, así como para conocer los detalles de su próxima fiesta, la de la mayoría de edad, que tendrá lugar este próximo sábado, 23 de noviembre.

Adrián Medrano en el Bullitt original

Cumplir 18 años impone, se es ya mayor de edad, aunque se sigue siendo joven, ¿o no tanto? ¿Cómo está el cuerpo?

Se nota la edad, pero con entrenamiento y autocontrol se puede llevar bien. Mi trabajo ya no es el mismo que en aquella época, cuando era mucho más intenso. Hemos aprendido a diversificar. Si no, mal asunto…

¿Cómo nació el Bullitt, con qué premisas, con qué motivación? ¿Alcanzasteis los objetivos?

Desde mediados de los 90, junto con otros culos inquietos, organizábamos pinchadas en algún garito, pero no acababa de sentirme cómodo. Si no fallaba el equipo, faltaba el apoyo de los gestores. Pasé un par de veranos en Londres (1997 y 1998) y allí fuimos dando forma mi amigo Agu y yo a lo que nos gustaría tener como garito y como programación. Los objetivos se alcanzaron casi todos, me hubiera gustado poder hacer más conciertos, pero la vecindad no estuvo por la labor. Eso sí, en fiestas nos desquitábamos bastante e hicimos programaciones muy guapas.

En el Bullitt sonaba de todo, pero no cualquier cosa.

Bilbao no era como ahora. Los bares (electrónica al margen) no tenían sesiones programadas, como mucho un residente y listo. No se cuidaban esas cosas y mucho menos la variedad. No se hacía promo ni se valoraba. Y había gente que tenía ganas de ir a un sitio y poder sorprenderse, aprender y compartir. Se podía escuchar indie, reggae, soul… dependiendo del día y disfrutar de variedad y calidad. Era un sitio para melómanos y músicos, gente que valoraba el esfuerzo. Ellos nos dieron el prestigio.

La Bullitt Jam Band

Allí se reunía todo el artisteo bilbaíno. ¿Surgieron grupos, proyectos, de aquellas reuniones nocturnas?

Conseguimos reunir bandas desaparecidas (Gravestones, Bedroom, Magic Teapot, Pornobus…) que querían formar parte de nuestra historia, hubo una Bullitt Jam Band y proyectos varios gestados al albor de nuestro efervescente ambiente. El Fever del principio (ndr: la discoteca de Bolueta) nace de la unión de Bullitt y Nodataclub.

Recuerdo a Juan de Pablos pinchando, a Delorean tocando o a Rubia grabando un videoclip…. Se hicieron muchas cosas entre esas cuatro paredes. ¿Qué recuerdas tú como momentos a destacar?

Tener al brasileño Jayme Marques tres noches con nosotros, acoger los primeros conciertos de Delorean y las visitas de Speak Low con Julian Maeso y «El Indio» (Vetusta Morla) entre sus filas, el concierto sorpresa de WAS, a Roberto Sánchez cantando sobre dub y lo que tú nombras por supuesto…

También organizabais charlas, sesiones de cine club… No era un simple garito donde beber y ligar. Para eso ya estaba Mazarredo, ¿no?

Por supuesto. Yo había sido miembro y presidente del cine club universitario de Deusto durante 6 años. El plan era tener un sitio donde disfrutar y compartir nuestras pasiones culturales. Hacer de Bilbao un lugar un poco mejor y acercar la cultura a nuestra generación. Rendir tributo a nuestros ídolos y, de paso, pasarlo de puta madre y disfrutar de la vida.

Programa del Bullitt de Bilbao (junio 2003)

Apostasteis por Bilbao La Vieja antes de que el barrio estuviera «de moda».

Buscábamos espacio en diferentes zonas. En esa época nos interesaban las cercanías del Casco Viejo o la zona de Uribe Kosta. Encontramos una lonja que cumplía con nuestras necesidades de espacio, precio y que podía ser apta para conseguir una licencia, así que nos animamos. Por allí no había nada salvo el Ecclesia y un after muy bizarro llamado El 28. Durante nuestro proceso de 2 años entre encontrar la lonja y abrir, surgieron en la zona Badulake y El Balcón, fue una casualidad que nos benefició a todos. El barrio sigue teniendo su movida y la zona de Marzana, con otro rollo, está muy en boga. Supongo que pusimos nuestro granito de arena, fuimos de los primeros en 2 de Mayo. Después llegarían restaurantes, talleres, tiendas, así como el mercadillo, que es un referente.

Del meollo de la ciudad a las afueras, a Bolueta. ¿Afectó la apertura de Fever a la continuidad del Bullitt? En la discoteca seguisteis apostando por el indie o la música negra, a lo grande.

Coincidimos durante dos temporadas y eran complementarios. En esa época cerrábamos a las 2 y volvíamos abrir a las 6 de la mañana. Fever era de 1 a 6, así que mucha gente pasaba sus noches entre los dos sitios. El Bullitt tuvo problemas de horarios y, tras 5 años, empezó a perder fuelle. Como tampoco queríamos seguir juntos los socios, al final yo salí de la gerencia. Igu Allnighter entró después, pero la crisis estaba ya empezando…

Y de la macrodiscoteca, al garito de toda la vida. Hicisteis alguna fiesta previa, pero, finalmente, el Bullitt ha terminado asentándose en la sala Shake. ¿Crees que se mantiene el espíritu?

Lo intentamos. La gente del rock tiene unos cuantos años más y sale lo que sale, el relevo es residual y todo ha cambiado mucho… pero lo más cercano al Bullitt que hay hoy es el Shake! y, para los tiempos que corren, es un lujo poder seguir desarrollando nuestras pasiones.

Bullitt nights

¿Hay nostalgia por aquellos primeros años 2000 o el rock sigue vivo y mirando al futuro con esperanza? Tus palabras no suenan muy halagüeñas…

Esperanza poca, a los bares de rock solo nos queda el presente y seguir sobreviviendo. Disfrutar de cada noche sabiendo que quizás sea la última en las actuales condiciones. Seguir trabajando. El pasado nos sirve de combustible y orgullo, pero todavía estamos y hay mucho trabajo que hacer y mucho que disfrutar.

Hace 18 años había pocos bares o clubes, vamos a decir, «alternativos». Hoy, casi dos décadas después, la cosa no está mucho mejor, así que no hay mucha competencia, ¿o sí?

Pues te diría que que hace 18 años programando no había ni uno, electrónica al margen. Quizá sí que había algún bar cuyo residente pinchaba música alternativa, aunque sin hacer promo ni cuidar los detalles. Hoy hay 4 o 5 y mucho más a ese nivel. Creo que fuimos los primeros de mi generación en gestionar una sala de ese tamaño con esa orientación y se creó una tendencia y una forma de hacer las cosas algo diferente que hoy siguen vigentes.

¿Y qué pasa con el público? A veces uno se pregunta dónde se meten durante el año las miles de personas del BBK Live o del ARF. De hecho, Fever no pudo mantener su línea inicial…

Ese público sale de muchos lados diferentes. Y, cuando hay algo tan potente, se junta todo el mundo, mientras que el resto del año la gente sale menos o nada. Fever fue un milagro que se dio por muchas razones. Pero llegó el reggaeton y arrasó con todo en casi todos lados. Hubo que ir adaptándose. En Bolueta seguimos teniendo diferentes clubs y sesiones parecidas a las iniciales, pero adaptadas 14 años después. Los que teníamos veintialgo cuando Fever abrió rondamos los 40 o más… La vida cambia.

Pioneros de la noche bilbaína «underground»

Así las cosas, la eterna pregunta: ¿goza de buena salud la noche bilbaína?

La noche bilbaína esta fatal. Esto daría para otra entrevista y un análisis pormenorizado de muchas cosas.

¿Qué nos habéis preparado para celebrar la mayoría de edad?

Hemos juntado a tres DJs variados que disfrutaron de nuestras noches en cabina. Dee Dee es un clásico de la escena rocker, una leyenda de la noche bilbaína, si no existiera habría que inventarlo. Optigan1 es un referente absoluto en la escena indie, ha paseado su música por lo más granado de festivales y clubes del estado y esta conectadísimo. Y de mí qué te voy a decir… llevo desde el 95 en activo pinchando música negra y rock y programando en Bullitt, Fever y Shake! Por suerte, he pinchado en muchos sitios y me lo he pasado muy bien, he compartido mi trabajo con amigos y agradezco mucho que el público haya hecho posible mi humilde trayectoria.

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