La artista californiana Suzanne Vega protagonizará en el Teatro Arriaga una dramatización musical de «Einstein on the beach», la ópera de Philippe Glass. Ello da pie a señalar cuatro establecimientos vizcaínos al borde del mar que cuentan con estupendas vistas y/o una notable propuesta gastronómica. Una selección apta para todos los bolsillos
El repertorio operístico está repleto de títulos clásicos mil y una veces puestos en escena, con mayor o menor fortuna. Mozart, Verdi, Rossini, Wagner, Haendel, Puccini… El listado de autores eternos puede ser recitado de memoria incluso por aquellos que jamás han escuchado un aria en vivo. La cultura oficial es lo que tiene. No obstante, la rueda compositiva no ha dejado de girar y, de vez en cuanto, también surge la oportunidad de disfrutar con un título reciente o contemporáneo. Incluso hay veces que esa representación es posible gracias a artistas de música popular. Es lo que felizmente sucede con «Einstein on the beach«, la ópera del estadounidense Philippe Glass estrenada en 1976: la puedes ver en Bilbao en versión protagonizada por Suzanne Vega, la chica que triunfó al presentarse como Luka, la chica del segundo piso.
Han pasado 32 años de ese bombazo internacional y la californiana recorre el mundo con una dramatización de esa ópera moderna cuyos textos narran en su mayoría la propia estructura de la música. Vega canta, recita y actúa, metida en el papel de narradora múltiple, respaldada por siete instrumentistas de Ictus Ensemble (violín, flautas, teclados, clarinete bajo, saxofón alto y soprano) y 12 sopranos y tenores del Collegium Vocale Gent.
El acento está puesto en la música, la dirección corre por cuenta de Georges-Elie Octors y la promesa es “un espectáculo fresco y radical que diluye las barreras entre público y artistas”.
QUÍTATE EL BAÑADOR
A veces proponemos un plan concreto para el día de la actuación, de eso y de saciar el hedonismo va ‘Te comería a versos’. En otras ocasiones nos hemos atrevido a analizar organolépticamente el repertorio de Josele Santiago y Enemigos, e incluso te hemos animado a llevarle un sándwich a Bob Dylan. Cachondos. Pero esta vez nos agarramos al título de la obra para señalar cuatro establecimientos vizcaínos a pie de playa (claro que hay más: la parrilla del asador Hondartzape, en Gorliz, la espectacular terraza de El Peñón, en Sopela…) que cuentan con estupendas vistas y/o una notable propuesta gastronómica. Quítate el bañador, sacúdete la arena y lee lo que sigue.
GOTZON JATETXEA.
Luzarragako Bidea 2; 48130 Bakio (Bizkaia); 94 619 40 43
Al final de la playa de Bakio, donde arranca la subida que conduce a la concurridísima San Juan de Gaztelugatxe, se encuentra este restaurante gobernado por las hermanas Gotzone y Sorkunde Longarai, responsables de cocina y sala, respectivamente. Son las hijas de Gotzon Longarai, quien inauguró en 1968 un negocio que hoy ofrece barra de pintxos, una carta de vinos con todas las referencias de txakoli producidas en la localidad vizcaína y un recetario eminentemente vasco que pone especial énfasis en pescados y verduras de temporada y proximidad.
Imprescindibles los platos con salsas tradicionales (vizcaína, tinta…), siempre bien trabadas. No dejar pasar la nécora a la plancha ni la demandada merluza con begihaundi.
Cuatro preguntas a Gotzone Longarai…
¿Qué ofrecéis en vuestro restaurante?
Vistas a la playa, un lugar acogedor, jardín, trato personalizado, cercano, y cocina basada en el producto de calidad de la zona, de la huerta y del mar. Platos de temporada y de toda la vida. ¿Qué tiene que esperar quien venga a Gotzon por primera vez? Lo primero, comer bien: pescados de los puertos de Bermeo y Armintza, todo lo que produce la huerta de Bakio… Y un trato profesional y amable.
¿Pros y contras de estar junto a un arenal?
Pros: vistas, entorno, clima, el ver un paisaje diferente (la mar) todos los días, tranquilidad… Contras: al estar tan cerca, hay gente que se comporta como si estuviese en la playa (se presenta en bañador, descalza…).
De no estar junto al mar, ¿tu propuesta gastronómica sería diferente?
No, mi propuesta sería la misma.
¿Son bienvenidos comensales con chanclas, bañador y arena en los pinreles?
No. Hay que mantener las formas básicas.
ATXARRE TABERNA.
Playa de Laida; 48311 Ibarrangelu (Bizkaia); 94 627 66 79
Suspendida sobre la playa de Laida y la serpenteante desembocadura del río Oka, corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, se encuentra Atxarre Taberna, de los hermanos Igor y Andoni Ariola Monasterio, un espacio idóneo para ese tentempié con forma de pintxo, bocadillo o palmera de chocolate (las despechan a diario en grandes cantidades). Tiene terraza sobre el tejado y, dentro del local, una amplísima colección de botellas de ron merecedora de ser señalada como museo. En noviembre dedican el primer domingo a despachar miles de pintxos de setas y hongos diferentes como fundamento de su particular Perretxiko eguna.
Cuatro preguntas a Igor Ariola Monasterio…
¿Qué ofrecéis en vuestra taberna?
Sobre todo, pintxos desde la mañana. Luego trabajamos bocadillos y tapeo, ensaladas, raciones de bonito, de anchoas y nos gusta hacer cosas de temporada.
¿Pros y contras de estar junto a un arenal?
Un pro, que siempre vas a tener gente que te viene a la playa. Una contra, que a veces a los clientes no les puedes tratar como te gustaría, precisamente porque hay demasiada gente.
De no estar junto al mar, ¿vuestra propuesta gastronómica sería diferente?
Sí, nos gustaría trabajar algo más elaborado, empezando por los pintxos, pero aquí es donde estamos y estamos muy a gusto.
¿Son bienvenidos comensales con chanclas, bañador y arena en los pinreles?
Qué vas a hacer si vienen con chancletas… El que está en la playa lo que quiere es salir de allí con las chanclas, ir al bar, comer un pintxo o bocadillo, y volver otra vez a la arena. Son bienvenidos, sí.
TAMARISES IZARRA.
Muelle de Ereaga, 4, 1º planta; 48992 Getxo (Bizkaia); 94 491 00 05
Entre las playas de Getxo destaca Ereaga, que extiende su manto de arena entre el puerto deportivo y el Puerto Viejo, y cuenta con amplia oferta hostelera propia. Allí se alinean Ola, La Terraza, Igeretxe, un txiringito rockero y nuestro favorito, Tamarises Izarra, un restaurante ubicado en una primera planta (Tamarises a secas, en planta baja, desmerece una barbaridad) y gobernado por Javier Izarra. El chef presta apellido a un negocio que ocupa un espacio frecuentado antaño por la alta burguesía y la clase empresarial vizcaína, y que hoy atrae a un público mucho más diverso que disfruta con su actualización de la cocina vasca.
Cuatro preguntas a Javier Izarra…
¿Qué ofreces en tu restaurante?
Nuestro restaurante es un ejemplo de cocina de mercado, de cocina vasca actualizada. Jugamos siempre con producto de temporada y cercano, y por supuesto con producto de mar, ya que estamos en plena playa. Ofrecemos una cocina de sabor donde se cuida y mima al máximo la materia prima, amplias vistas al mar y un servicio muy dinámico y desenfadado.
¿Pros y contras de estar junto a un arenal?
Al estar situado en un entorno tan privilegiado por sus vistas, solo puedo marcar pros y ninguna contra. A diario tenemos un cliente que viene a disfrutar de nuestra cocina con esas vistas tranquilas y bellas en un salón tranquilo y sosegado. Por el contrario, los fines de semana hay un ambiente más familiar donde todo surge de forma más rápida y espontánea.
De no estar junto al mar, ¿tu propuesta gastronómica sería diferente?
Por supuesto. En Tamarises Izarra tenemos el mar presente en todo momento. Por la zona en que estamos, nuestro cliente demanda más producto marino y nuestros platos más conocidos son, efectivamente, de productos de mar: tartar de carabinero, arroz cremoso de vieiras, almejas, navajas, bogavante en ensalada, besugo y rodaballo salvajes a la brasa… Aunque soy incapaz de trabajar sin producto de mar, creo que la zona en la que se trabaja marca mucho. De estar en alta montaña seguro tiraríamos a un producto más de caza y cocidos. Aunque soy sincero y reconozco que aquí tampoco puedo dejar de hacerlo cuando tenemos corzo, jabalí, perdices… También disfruto cocinándolas.
¿Son bienvenidos comensales con chanclas, bañador y arena en los pinreles?
En mi casa es bienvenido todo el mundo, siempre y cuando se acuda con respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Una persona puede estar fantásticamente vestida con sandalias y bañador, siempre y cuando se cumplan unas mínimas reglas de convivencia y decoro. Por supuesto, hay que saber siempre dónde se va y la verdad es que nunca hemos tenido problemas en ese sentido. Yo creo que, a día de hoy, la gente respeta mucho.
LA FÁBRICA DE JUAN.
Playa La Arena, s/n; 48508 Zierbena (Bizkaia); 94 636 53 61
El personal de sala trata con educación, esmero y diligencia a cuantos acuden al comedor de La Fábrica de Juan, el restaurante de Koldo Arrillaga. Allí coinciden enamorados del pescado que solicitan tanto percebes como grandes lubinas salvajes asadas en parrilla vista, amantes de la txuleta y, entresemana, asiduos a un menú del día con muchos incondicionales. Su envidiada bodega acumula más de 700 referencias de vino para todos los gustos y presupuestos.
Cuatro preguntas a Koldo Arrillaga…
¿Qué ofreces en tu restaurante?
Nosotros ofrecemos al cliente cocina de temporada, tanto pescados como carnes a la parrilla. Luego, siempre tenemos platos recomendados, diferentes y atrevidos.
¿Pros y contras de estar junto a un arenal?
Lo malo de estar junto al mar es que a la playa viene demasiada gente y los clientes que quieren disfrutar de la gastronomía no pueden aparcar.
De no estar junto al mar, ¿tu propuesta gastronómica sería diferente?
Creo que no.
¿Son bienvenidos comensales con chanclas, bañador y arena en los pinreles?
En La Fábrica de Juan es todo el mundo bienvenido, pero los comensales tienen que venir con la vestimenta correcta. No admitimos gente en bañador y menos descalza, por higiene y por su propia seguridad.
«Einstein on the beach» se representará el 26 de mayo de 2019, a las 19:00 horas, en el Teatro Arriaga (Bilbao).