Segunda y última entrega de las conclusiones extraídas del concurso/encuesta que planteamos en bi fm hace unas semanas con el fin de conocer mejor a los asistentes al festival bilbaíno. ¿Quiénes viajan hasta Bizkaia atraídos por el certamen? ¿Cómo son? ¿De dónde vienen? ¿Cuánto se gastan? ¿Dónde se alojan?
Seguimos sacando conclusiones del concurso/encuesta sobre Bilbao BBK Live que pusimos en marcha hace unas semanas para conocer un poquito mejor a sus asistentes. Ya os habíamos contado qué era lo mejor (de cara a este año: Pixies, Arcade Fire y Tame Impala) y lo peor (los precios de las consumiciones) del festival bilbaíno para vosotros. Ahora vamos a indagar un poco más en qué perfil de turista atrae el certamen de Kobetamendi a la ciudad tras una década de vida (recordamos que en nuestra encuesta participaron 335 personas -54% hombres, 46% mujeres-, con casi un 50% de entrevistados que vienen de más allá de unos 100 km a la redonda -es decir, excluyendo Euskadi y el este de Cantabria-).
De entre los visitantes que se acercan a Bilbao por el festival, la mayoría (el 63% de los encuestados) provienen de cuatro orígenes claramente mayoritarios: la Comunidad de Madrid, Catalunya, Galicia y la Comunidad Valenciana. Es más, el 40% de los visitantes son de dos capitales: Madrid y Barcelona. Otros datos de interés que ya te comentamos en la anterior entrega: El 80% de los participantes ya han estado antes en Bilbao BBK Live, por lo que la tasa de «repetidores» es alta (de hecho, un 60% declara haber estado «varios años anteriores», lo que indica que una fuerte fidelización del público festivalero; si bien la inmensa mayoría -74% de los participantes- acude a entre dos y cuatro festivales al año).
Respecto a la edad, los resultados arrojan una media de 30 años (es más, solo un 17% de los participantes es mayor de 35 años), por lo que es un turista joven el que viene al Botxo atraído por el certamen. Y, ahora, conzcámoslos con mayor profundidad… ¿Cómo son? ¿Dónde se alojan? ¿Dónde comen? ¿Qué hacen en Bilbao? ¿Cuánto se gastan en la ciudad?
Encuesta Bilbao BBK Live: Lo mejor, el cartel; lo peor, el precio de las consumiciones
ALOJAMIENTO, ACTIVIDADES EN BILBAO Y GASTO EN LA CIUDAD
Sorprende que el 32% de los visitantes de Bilbao BBK Live declara que ni siquiera visita Bilbao durante su viaje al festival, limitándose a asistir a los conciertos programados dentro del recinto. De hecho, muchos de ellos ni se mueven de las inmediaciones del mismo, puesto que el 50% de los encuestados dice «atrincherarse» en la zona de acampada (con unas instalaciones muy bien valoradas, por otro lado). El 90% de los campistas come en el propio camping, por lo que tampoco se acerca a la ciudad para disfrutar de su oferta gastronómica.
De entre los que sí se acercan al centro de la ciudad, tan solo un 17% supera los 50€ de gasto diario (al margen del alojamiento y las entradas del festival), siendo la media de gasto en Bilbao de 33€ al día. La principal inversión de los visitantes se realiza en comida y bebida, seguidas del transporte. Además, solo el 22% de los encuestados dice realizar otros gastos añadidos (como ir de compras o acceder a museos o atracciones turísticas).
Y, ¿dónde duermen los que no acampan? Hostales, casas de amigos o pisos alquilados (aquí, la plataforma Airbnb cobra bastante fuerza) son las principales opciones. Sólo un 10% de los encuestados foráneos pernocta en hoteles durante el festival. La gran mayoría se queda durante los 3 días de festival, e incluso un 27% alarga la estancia en 1 o 2 noches más.
La principal actividad turística (la realizan un 35% de los que vienen de fuera para el festival) es «pasear y callejear» por la ciudad, sobre todo por la Ría y por el Casco. La segunda ocupación a la que más tiempo dedican los visitantes es «ir de pintxos y vinos«, y la tercera, asistir a los conciertos gratuitos del propio festival en el centro de la ciudad (el llamado ciclo Bilbao BBK Live Bereziak que programa directos a mediodía en diferentes calles y plazas de la Villa). Las tres actividades mencionadas están muy por delante de cualquier otra visita, incluido el icónico Museo Guggenheim. Por último, es totalmente residual la gente que sale a la provincia más allá de las lindes del Botxo. De lo que no vamos a hablar aquí es de algún que otro «iluminado» (desde el cariño) que declara emplear su propio coche como transporte, alojamiento y punto de avituallamiento durante las tres jornadas del festival. Que haberlo, haylos…