La banda comandada por la prodigiosa garganta de Aurora García fue la elegida para presentar Mundaka Festival 2016 en Bilbao, Pamplona y Vitoria-Gasteiz a dos meses del certamen. En la cita vizcaína estuvo nuestro redactor Óscar Díez, que nos lo cuenta todo aquí
No mucha gente, no, hay que reconocerlo. Aproximadamente una media entrada el jueves pasado en el Kafe Antzokia de Bilbao para catar a Aurora & The Betrayers y, de paso, promocionar Mundaka Festival 2016, de próxima celebración (sí, el de Danko Jones y Berri Txarrak entre otros muchos. La banda madrileña había sido la escogida por la organización del también llamado The Basque Music & Cook Festival para ir calentando el ambiente por Bilbao (26 de mayo), Pamplona (Zentral, 27 de mayo) y Vitoria-Gasteiz (HellDorado, día 28).
Embutida en una chula casaca «estilo Guerra de Secesión» conjuntada con rockeras botas negras, Aurora García (Madrid, 1986) demostró el porqué de las comparaciones con divas a lo Tina Turner en el uso y abuso de sus capacidades vocales. ¡¡Menuda voz!! Rebotada de los magníficos Freedonia, Aurora y sus «traidores» (salidos de las filas del proyecto 7 Pulgadas) demostraron una paleta de colores mucho más amplia que los souleros. Porque sí, hubo soul, pero también se columpiaron con soltura por el rock, el pop y el blues, sin perder tensión ni un solo minuto. De hecho, a la salida más de uno comentó que, «pese a estar el aforo solo al 50%«, el publico no paró de rugir en todo el concierto.
Y es que tras su aclamado debut («Shadows Go Away» 2014), que hasta les valió el galardón a la Mejor Banda de Música Negra en los premios PopEye, Aurora & The Betrayers se sacaron de la manga hace tres meses «Vudú», un segundo disco en el que han ido un paso más allá de lo esperable en el panorama del actual revival neosoul. Así lo quisieron demostrar en Bilbao con su contundente directo. Con una pierna en los Bellrays y la otra en Stevie Wonder –créanselo–, los Betrayers sonaron musculosos (¿cuántos eran en escena? ¡Si hasta había dos 2 coristas! Aquel despliegue nos recordó al brillante bolo de Mick Farris en MAZ Basauri 2015) y bien tensados, ora dulces ora salvajes, en un show de unos 100 minutos (bis incluido) que dejó caras de felicidad en una audiencia variada, agradecida y, sí, escasa. Ustedes (los que no vinieron) sabrán por qué… Nosotros tenemos unas ganas tremendas de volver a verlos. Será ya en Mundaka Festival en julio. Avisados quedan.