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Gente de aquí

Gorka Olmo, el dibujante de Vetusta Morla y El País que vive en La Arboleda

Gorka Olmo en La Arboleda

Diarios, bandas indies y campañas de publicidad de grandes marcas requieren el arte del ilustrador, habitante del antiguo barrio minero de Trapagaran.

Gorka Olmo en La Arboleda // BI FM
Charlamos con el ilustrador, de plena actualidad por el lanzamiento de «MSDL – Canciones dentro de canciones», el nuevo trabajo de la banda indie, una escena en la que el vizcaíno se mueve como pez en el agua. Diarios, revistas y campañas de publicidad de grandes marcas también requieren su arte, desarrollado al margen del «urbanocentrismo»

Tan lejos, pero tan cerca, La Arboleda es uno de esos rincones de Bizkaia que hay que conocer sí o sí, lo mismo si uno es oriundo, como si está de visita. Popular por su casi centenario funicular, sus antiguas minas reconvertidas en lagos y sus copiosas alubiadas, este barrio del Valle de Trápaga-Trapagaran, es más que recomendable tanto si uno quiere conocer mejor el pasado cercano de nuestra historia, tan ligado al hierro, como si hablamos de pegarnos un buen homenaje a base de legumbres y sacramentos. En cualquier caso, además, podremos disfrutar de un entorno natural tan apetecible para el senderismo como para Instagram.

En ese contexto, en ese entorno, uno puede pensar que lo más normal será que sus poco más de 500 habitantes se dediquen a la hostelería o a algo relacionado con el sector primario… sin olvidar que, en solo 25 minutos, es posible plantarse en el centro de Bilbao. Lo que quizá cueste más imaginar es que allí reside, de toda la vida, un joven artista que ha realizado trabajos de ilustración para un buen puñado de bandas de la escena indie pop española (la última, Vetusta Morla), que ha diseñado campañas de grandes marcas multinacionales (Audi, Schweppes, Loewe…) o que pone imágenes a muchos de los textos que pueden leerse en las páginas de diarios como El País.

Ilustración de Gorka Olmo

«Espiráculo congestionado» // Gorka Olmo

Hablamos de Gorka Olmo, con quien hemos tenido el placer de charlar un rato, ahora que la Fase 2 del plan de desescalada nos hace olvidarnos un poco (pero no) del Covid-19.

¿Qué tal has llevado el confinamiento? ¿Cuál sería tu resumen de lo vivido?

Diría que lo he llevado bastante bien… Me gusta estar en casa, siempre hay algo que hacer, de curro o de lo que sea, me entretengo con cualquier cosa. Creo que la gente que trabajamos en casa ya teníamos medio camino hecho. En cambio, tengo amigas que las pobres estaban subiéndose por las paredes, pero vamos, no ha sido mi caso.

Sí que es verdad que al principio, en la primera semana, me asusté, ya que tengo familiares que son de riesgo y una cosa de estas acojona, pero, según iban pasando las semanas, el susto se iba convirtiendo en rutina y en nuevas dinámicas; el tema videoconferencia con las amigas y cerveza me ha hecho bastante gracia.

Lo pasaste en La Arboleda… tiene que ser difícil permanecer encerrado en un núcleo urbano tan pequeño, con tanto espacio y tanta naturaleza alrededor. ¿Qué echabas más de menos poder hacer?

A ver, duro duro tampoco ha sido. Si te soy sincero, confesaré que alguna escapadita al monte ya he hecho… con cabeza, eh, yo solo y con cuidado. Sé que es un poco putada para la gente que lo ha tenido que cumplir a rajatabla, pero es que no me parece ni medio normal que se tomen las mismas medidas para la Gran Vía de Madrid que para un pueblo en el monte. Una palabra nueva que he aprendido en este confinamiento es «urbanocentrismo», jajaja.

¿Cuál es vuestra historia familiar, en relación a La Arboleda? ¿Qué conexión tenéis con este lugar? ¿Qué destacas de tu pueblo?

Pues es que somos de aquí de toda la vida, esto es un pueblo enano, las familias de mis padres ya era amigas antes de que estuviesen juntos. La parte de mi aita vino de Galicia cuando él era pequeño, vamos que soy medio gallego. Y la de mi ama, de aquí de siempre, mi abuela era la dueña de la única tienda en la plaza del pueblo por aquel entonces. Y bueno, de mi pueblo destacaría lo obvio: el paisaje, los lagos y las campas. Me gusta incluso cuando vienen los domingueros los findes; la plaza se llena y hay un ambiente muy majo…

Excursionistas en La Arboleda

Excursionistas en La Arboleda // BI FM

Tu padre es escultor… ¿te venía en los genes lo de ser artista? ¿Desde cuándo dibujas… y cuándo decidiste que sería tu profesión?

No sé yo si hay mucha base científica en eso de «genes de artista» (risas), pero sí que es cierto que el tener un aita que no se dedique a un trabajo más normativo ayuda a allanar el camino a la hora de elegir qué hacer con tu vida. Siempre me he sentido muy libre, se veía venir. Además es algo que siempre he hecho, claro que hay un momento en el que te planteas tomártelo en serio; estuve en una escuela de dibujo en Madrid y a la vez empecé a hacer exposiciones. En ese momento tuve claro que me iba a dedicar profesionalmente a esto.

Acaba de salir el nuevo disco de Vetusta Morla… y lleva tu firma en el apartado gráfico. ¿Cómo surgió este trabajo, qué te pidieron y cómo valoras el resultado?

Recibí un email del sello proponiéndome todo esto. Ellos habían visto el libro que publiqué el año anterior («Cosas dentro de otras», Paripé Books, 2018) y joer, les gustaron mis dibujos… Me pidieron alejarme completamente del disco anterior que habían sacado, pero que a su vez fuese algo especial. La verdad es que estoy encantado con el resultado. Yo, que además soy de los que siguen comprándose discos, éste, como objeto, es algo muy especial.

No es tu primera incursión en el panorama discográfico, ni tu primer trabajo para un grupo musical. Has hecho muchas cosas y, siempre, para bandas de pop independiente. No sé si es casualidad o no…

A ver, casualidad tampoco, tengo la proyección que tengo… ¡qué se le va a hacer (risas)! Oye, que ojalá me llamase (también) gente superrica y supermainstream, pero hay lo que hay… y yo encantado, eh. Además, en el indie la gente suele confiar bastante y dan muchísima libertad para hacer lo que te dé la gana. Es lo mejor.

¿Qué te gusta en ese plano, el musical, pero también a otros niveles artísticos o estéticos? ¿A quiénes definirías como influencia o referencia?

A ver, ¡yo soy muy popero! El pop en general. En el plano musical me gusta un poco de todo; últimamente estoy escuchando mucho a grupos como Autoescuela, Espanto, M. Ward, Manel, Mursego, Luna, Doble Pletina… en mi iPod te puedes encontrar cualquier cosa, desde Eskorbuto a Motor pasando por Mikel Laboa… Cada cosa tiene su momento.

Luego, en cuanto a lo gráfico, creo que estoy bastante influenciado por el cómic europeo. Me gusta el rollito ese de meterle mucho detallín con una línea bien definida, me parece que me viene de ahí. Me encantan todos estos cómics de Rosalie Blum, incluso las novelas gráficas de Possy Simmond, aunque ahí ya no me reconozco tanto, jejeje.

Plan de desescalada // BI FM

Últimamente vemos tus ilustraciones muy a menudo en El País. ¿Qué directrices te dan? ¿Te mandan los artículos para que los leas y representes visualmente o tan solo te lanzan un tema o alguna idea y lo demás es inspiración divina?

Sí, ellos me pasan en artículo, me lo leo y empiezo a imaginar qué tipo de dibujo me gustaría encontrarme al leer ese texto. Hay veces que hay más prisa, el texto no está del todo y, simplemente, me pasan unas pequeñas claves sobre el tema a tratar. Es una de las cosas con las que más disfruto. Y me dan muchísima libertad…

Qué es más difícil, ¿ponerle una imagen a un artículo periodístico o dar con una que deje contenta a una marca multinacional?

Normalmente, las marcas tienen muy claro lo qué quieren y el estilo en el que lo quieren, así que si te eligen a ti es por que ya han visto trabajos previos y no es más que seguir tirando del hilo… Otra cosa es ilustrar un artículo, es diferente. Tienes que sacar la idea, hacer muchos más bocetos que a la hora de trabajar con marcas, y hacer que luego funcione con el texto… que esa es otra.

La cosa es que suena todo muy urbanita. Te habrán dicho millones de veces que por qué no te vas a Bilbao… o a Madrid, ¿no? ¿Hace falta, hoy en día, estar en la «gran ciudad» o no sería más que ese «urbanocentrismo» que decías antes?

Jajaja, supongo que para otro tipo de trabajo sí que hace falta estar en la ciudad, pero, precisamente, para esto… es totalmente prescindible. Ten en cuenta que a mí me llega el encargo por email, lo desarrollo, lo escaneo y el arte final vuelve a ser vía correo electrónico… puedo hacerlo aquí o en cualquier otro sitio. Madrid me encanta, eh, tengo allí a amigas a las que me gusta mucho bajar a visitar, pero creo que de salir de aquí me iría a un punto intermedio. Hoy en día creo que tendría la sensación de vivir en un sitio con demasiada gente.

Escultura en La Arboleda

Escultura en La Arboleda // BI FM

Por último: ¿Cómo eres de optimista o de pesimista con respecto al futuro cercano que nos aguarda? ¿Y con respecto al tuyo y al de tu gremio?

De momento he tenido suerte, todos los míos están bien y no he visto grandes dramas a mi alrededor, así que toco madera para que todo se mantenga como hasta ahora. Supongo que nos adaptaremos a esa ya famosa «nueva normalidad» y tarde o temprano llegará la dichosa vacuna. No sé si saldremos mejores o si habremos aprendido algo, pero sí creo que deberíamos cambiar el chip en pequeñas dinámicas de consumo, que para el que las hace no supone un gran cambio y para el receptor puede salvarle el negocio… Déjate de comprar en Amazon y, si quieres un disco, ve a Power Records; si quieres un libro, a Anti. Eso sí, sigue comprándote libros y discos, ¡claro!

Respecto al dibujo, soy optimista. Me explico. Dibujar siempre se va a poder hacer, me imagino que la crisis afectará más a los medios de difusión que a los propios dibujos. Afectará a editoriales, imprentas, etc., pero no afectará a la creatividad. De todas maneras, ahora las redes sociales lo ha puesto todo a un mismo nivel: si quieres que alguien vea lo que estás haciendo, está en tu mano, nunca mejor dicho.

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