Cubrimos este nuevo evento que proponía una arriesgada ruleta musical para la noche del pasado martes (y 13). 5 grupos y 5 ciudades, pero nadie sabe qué banda toca en cada una de ellas hasta el arranque del concierto. Estuvimos en la cita de Bilbao
El planteamiento de Joker Festival era surrealista de puro original e intrincado: un festival que se celebra en 5 ciudades a la vez con 5 grupos anunciados pero… que solo tocan en una localidad cada uno. Y vosotros, el público, no sabéis quién actúa en cada ciudad hasta que se levanta el telón. «El festival en el que solo 1 de cada 5 grupos toca«. Un eslogan que lo mismo puede sonar atractivo que a puro timo… Eso sí, la entrada era gratis (si tenías la suerte de que te tocara online y si, además, comprabas un cupón del juego de azar -de Loterías y Apuestas del Estado- que patrocinaba el peculiar evento). Y el cartel, de altura: Izal, La Casa Azul, Niños Mutantes, Viva Suecia y Dorian.
Llegamos a la cita de Bilbao el martes 13 (tenía que ser martes y 13, claro) de noviembre sin, efectivamente, tener ni idea de qué concierto íbamos a ver. Había rumores y quinielas, pero las filtraciones se habían conseguido mantener a raya. ¿Nos tocaría el gordo? ¿La pedrea? Aunque cada uno de los asistentes colgaba el lastre de «premio de consolación» a una banda diferente… A las puertas del Kafe Antzokia, revuelo y cotorreo. Gente convencida de que a Bilbao le había caído Izal (por los datos que aparecían días antes en la app Bandsintown), uno con camiseta de Viva Suecia, otros asumiendo que, puesto que Dorian andaban ya por aquí para su concierto de dos días después, serían ellos los que saldrían a escena…
Voy a ir con la camiseta de @VivaSuecia al concierto del #JokerFestival de Bilbao, si son ellos genial, si no, no os enfadeis @IZALmusic @Dorian_Oficial @LaCasaAzulBCN @n_mutantes que también os quiero
— Marcos Posada (@MarkiPosada) 13 de noviembre de 2018
Pero al entrar a la sala, a pesar de oscuridad en la que estaba sumido el escenario, las dudas se despejaban por los instrumentos dispuestos y el montaje preparado, ya visto… hacía menos de dos semanas por aquí. Efectivamente, La Casa Azul volvía a Bilbao tras su paso por los fastos de la MTV (actuaron en el Bilbao Arena el 31 de octubre) para un nuevo concierto de esa «gira sin disco» en la que Guille Milkyway lleva inmerso dos años (ya pasó, también, por el MAZ Basauri en mayo, donde hizo sold out junto a Chico y Chica). Así se vivió la confirmación al 100% del premio que le tocaba a Bilbao en el Joker Festival 2018:
Pues sí, era @guillemilkyway #Bilbao #JokerFestival @loterias_es pic.twitter.com/u3IQAvg2Yf
— BI FM (@bifm) 13 de noviembre de 2018
Algunos (pocos, seamos justos) se fueron. Ni siquiera el de la camiseta de Viva Suecia se lo quiso perder. En general, ambiente de expectación y ganas de una noche de música y baile, y un aplauso generalizado en el arranque del concierto con «Podría ser peor» (que era, seguro, lo que algunos/as estaban pensando en ese mismo momento). Fue hora y media justa de un show que ya conocemos, pero que lució sublime (como ya ocurrió en MAZ Basauri -aunque aquella vez con un bolo mucho más largo-) en una sala recogida, con público reducido y sonido impecable (nada que ver con los grandes recintos y festivales masivos o al aire libre). Además, La Casa Azul puso la guinda al pastelazo con un repertorio (algo menguado) al que benefició la eliminación de alguno de esos hits ya sobados y la introducción de hasta cinco canciones de ese nuevo álbum, «La gran esfera«, anunciado en octubre de 2016 pero que nunca llega. Tan bien le sentaba el nuevo repertorio a La Casa Azul, que la reciente «Nunca nadie pudo volar» sonó a fin de fiesta arrollador, bailado y cantado al unísono por público y banda. Realmente, ni hubiera hecho falta que le siguiera, para cerrar definitivamente, el clásico infalible «La revolución sexual» (esa canción que es «la gran lección de vida», en palabras de Guille Milkyway: «Que hay que follar más, vamos»).
Pero antes de irnos todos a casa a follar, o al menos a intentarlo, a la salida sí escuchamos alguna que otra queja suelta. «Estoy MUY cabreada, vaya decepción, me voy a quejar en todos lados», nos decía una asistente. «Es que, vamos, una banda que ya ha tocado gratis hace días en Bilbao, ¿¡a quién se le ocurre!?», oímos a un grupito. Pero bueno, tan mal no estaría la cosa, que todos aguantaron el concierto hasta el final. ¡Si hasta el fan de Viva Suecia se fue con premio! Cuando Guille le vio, se apiadó y le improvisó el «Bien por ti» de los murcianos, que fue coreadísimo por la concurrencia. «Pero qué palo los que habéis venido esperando ver a otro grupo, ¿no?«, decía Guille tímido desde el escenario. Pues eso, esto del Joker Festival, ¿es una idea genial o un despropósito?