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«Sirat. Trance en el desierto» (La película de junio)

La nueva cinta de Oliver Laxe, más que cine, es un viaje libérrimo y muy duro. Además, en plataformas, «Sly Lives!», el docu sobre Sly Stone.

Sergi López en "Sirat" // Movistar Plus+
Este mes destacamos la nueva cinta de Oliver Laxe, que más que cine… es otra cosa. Un «viaje», premiado en Cannes, que resulta libérrimo y muy duro. Una obra de las que sacuden. Además, en plataformas, «Sly Lives!», el documental sobre el músico Sly Stone, recientemente fallecido

En las pelis de guerra, cuando un soldado enseña la foto de su novia, inmediatamente sabes que será el próximo en caer. En «Sirat. Trance en el desierto» (Oliver Laxe, 2025), cuando (un soberbio como siempre) Sergi López muestra la foto de su hija, a la que busca desde hace cinco meses, el espectador intuye que se va a desatar una tragedia de proporciones épicas, mientras de fondo la música electrónica te perfora los tímpanos.

La nueva película del director de «Lo que arde» (2019) resulta no ser una película. Esto es otra historia. Es un viaje al corazón del desierto, un peregrinar a La Meca (que sale brevemente) montados en desvencijados caballos de cuatro ruedas, como Mad Max, en busca de unos familiares que probablemente no aparezcan nunca y huyendo de otros que probablemente no vuelvan jamás.

El viaje de López y su hijo, un crío maduro y despierto que se intuye zarandeado por la vida, es un salto de fe. Al arrancar la acción, Laxe muestra el primer plano de un bafle enorme. En su estructura se adivina lo que podría ser una cruz:

Las raves del desierto no son tan diferentes a los pasos o la «madrugá»: un grupo de gente en estado de éxtasis que cree en lo mismo.
En realidad, la peli ni va, ni viene, solo es. No importa el prólogo o el epílogo, aquí, como en «El salario del miedo» (1953 -otro filme no apto para hipertensos-), todo lo ocupa «el viaje». Interior y exterior.

Veinticuatro horas después no sé si me ha gustado. Pero me ha arrastrado. Conmovido. Asustado. Sacudido. Supongo que Cannes la premió por eso. Esto no es cine, es otra cosa. Un viaje conradiano al corazón de las tinieblas. Qué dura. Qué libre.

Y EN PLATAFORMAS: «SLY LIVES!» EL LEGADO DE SLY & THE FAMILY STONE

El viernes veía «Sly lives!» y ayer (9 de junio de 2025) fallecía su protagonista. La vida tiene, sí, un sentido del humor bastante cabrón. Sly Stone fue uno de esos genios de los años 60 que, partiendo del soul y el R&B, los sublimó dando lugar a algo fresco y diferente. Su grupo, The Family Stone, no sólo combinaba hombres y mujeres de diferentes razas (spoiler: en USA aún había segregación racial), sino que lograba además ser una túrmix de estilos con una influencia que llega hasta nuestros días.

Un huracán tamizado de soul, blues y música disco que abrió las puertas de Prince a los Black Crowes.

Desgraciadamente, y como tantas otras veces, el genio de Sly se fue opacando sumergido en polvo de ángel, cocaína y alcohol y durante las últimas tres décadas de su vida todo flotó en la más absoluta irrelevancia. Un clásico.

Tenéis el documental «Sly lives! AKA The Burden of Black Genius» en Disney+.

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