Tan conocido por sus cánticos mexicanos como por su faceta transformista, este artista vizcaíno sale cada tarde a su ventana del barrio de San Juan para darle color y calor a un confinamiento que sumió en la tristeza al entorno, a pesar de que, como reconoce, «solo de los aplausos y el cariño no se llena la nevera ni se pagan las facturas»
Teodoro Terradillos Eguia, más conocido como Tolín («y en casa, Tolintxu«), es un santurtziarra de 42 años que, aunque iba para administrativo, se dedica «al loco mundo del espectáculo desde hace 24 años». Es decir, que lleva más de media vida actuando, como bien saben en la práctica totalidad de municipios de Bizkaia y territorios colindantes.
Pero Tolín no es solo un cantante. Podría decirse que es también un «performer», alguien capaz de montar un espectáculo por sí solo, adaptando su discurso y su estética según el contexto. Con comentar que sus dos facetas más conocidas son la de mariachi y la de transformista, mundos a priori tan dispares, todo queda dicho.
Tolín en el puerto de Santurtzi
Hablamos con él, aprovechando que cada tarde se asoma a su ventana en el barrio de San Juan para amenizar el confinamiento de sus vecinos con rancheras. Este jueves, 23 de abril, ofrecerá además un show especial que transmitirá a través de redes sociales, para celebrar unas fiestas, las de San Jorge, que la localidad marinera ha tenido que cancelar por el dichoso coronavirus.
No sé si ya de pequeño eras un «niño prodigio»… o si, al menos, te tiraba el mundo del espectáculo.
Siempre me ha gustado este mundillo y es que, como se suele decir, «de casta le viene al galgo», ya que mi abuelo fue fundador y cantó con diferentes grupos de bilbainadas como Los Txikis, Los Chimberos, Los 5 Bilbaínos, Los Cuatro del Bocho… Yo, desde muy pequeño, me incliné por las rancheras. Un día apareció por casa una cassette de Pedrito Fernández y, desde aquel momento, sigo cantando «La de la mochila azul».
A más de uno le sorprenderá eso de que seas un mariachi vasco, ¿no?
La verdad que no es sorpresa, ya que en Euskadi gustan mucho las rancheras.
¿Has estado alguna vez en México o en contacto con artistas de allí, de los que hayas podido absorber conocimientos?
Sí he estado en México, aunque no en el México al que me gustaría ir. Una vez estuve en Riviera Maya, pero el viaje de mis sueños es Mexico D.F. Tengo contacto con compañeros de allí e incluso una vez un representante de artistas mexicano se puso en contacto conmigo para actuar en el país, oferta que por miedos y, supongo que por mi corta edad e inexperiencia, rechacé. Estos conocimientos no se estudian en ningún sitio, es un autoaprendizaje que vas alimentando día a día.
¿Y qué te dicen cuando saben que, aparte de marichi… eres transformista? ¡Menuda versatilidad la tuya! ¿En qué se parecen y diferencian ambas caras?
Jejeje, yo creo que todavía hay gente que duda que la persona que en un momento vieron en tacones y pelucón, sea la misma que ven cantar «El Rey». En lo único que se parecen es en el respeto que tengo hacia el escenario y el público. En lo demás no se parecen en nada. Cada cara es diferente y, además, me gusta darle a cada una su parcela.
Tolín, en su faceta de transformista
¿Tienes alguna otra faceta que se nos escape?
Tengo muchas, pero eso no lo voy a contar en la entrevista. No tiene nada que ver con el espectáculo, jajaja.
¿Qué tal se vivía como cantante antes de la crisis del coronavirus y cuál es tu situación ahora?
Siempre me he dedicado a este mundillo, el cual lo he considerado una montaña rusa, ya que hay momentos buenos de trabajo y momentos más flojos. Me preocupa este momento, al igual que nos puede preocupar a todos. La incertidumbre y el qué pasará, siendo realista, me preocupan. Y es que, por el momento, cada vez que suena el teléfono es para suspender o aplazar alguna actuación, lo cual es inquietante.
Pero sigues actuando, porque sales regularmente a tu ventana a amenizar a los vecinos.
Efectivamente, aunque solo de los aplausos y el cariño no se llena la nevera ni se pagan las facturas. Cuando llegó el confinamiento notaba que mi barrio, mi pueblo, estaba triste, así que dije «tengo que hacer algo». Desde entonces, tras los aplausos, salgo a cantar 30 minutitos a mi ventana, todos los días, y el sábado, por ser más desenfadado, canto una hora de verbeneo. Además, el martes y sábado hago directo para redes sociales. Es un momento en el que, sin duda, nos olvidamos de este problema y otros que estamos viviendo.
Este jueves, dado que no se van a celebrar en Santurtzi las fiestas de San Jorge, algo especial tienes pensado, ¿verdad?
Sí, como santurtziarra que soy, pensé que mi pueblo y mis vecinos y vecinas no se podían quedar sin San Jorge, así que consideré que Tolín «El Mariachi» podía hacer una actuación especial celebrando este día tan importante en la localidad. Y, por supuesto, como quería compartirlo con todos, lo haré en directo para Facebook.
Tolín celebrará San Jorge desde su ventana
¿Qué tal llevas el confinamiento a nivel personal? ¿Cómo valoras el comportamiento de la gente y las medidas adoptadas por el Gobierno? ¿Alguna queja o reivindicación?
A nivel personal, y sorprendentemente, no lo llevo tan mal, creo que estoy resignado. Estoy confinado desde el 13 de marzo y me molesta mucho la gente irrespetuosa que sale a la calle sin motivo alguno. Todo ello atrasará la normalidad y, por supuesto, el que yo y gente como yo podamos salir a la calle a ganarnos la vida.
Reivindico que se tome conciencia de mi sector, muy castigado y que lo tendrá muy difícil para volver a trabajar. Que se tomen medidas ya. En mi caso, por ejemplo, los últimos ingresos que entraron fueron en carnavales, y a saber ahora cuándo volveré a trabajar. Por eso pido a los políticos que ayuden a la cultura en este momento de crisis, y que no se olviden de nosotros hasta que el gremio trabaje con normalidad. No nos olvidemos de que el ocio será uno de los sectores que arranque en último lugar.
¿Qué mensaje le mandarías a toda la gente que te sigue y apoya, a tu público, y a cualquiera que lea este artículo? ¿Todo va a salir bien?
Que seamos positivos, que debemos estar más unidos que nunca, que echo mucho de menos pisar un escenario y ver a mi público, pero estoy seguro y confío en que esto será como una pesadilla pasajera. Así que mucho ánimo, porque esta batalla la vamos a ganar sí o sí. Pero, por favor, cumplamos las normas para la pronta normalidad. #YoMeQuedoEnCasa
