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Azkena Rock Festival

Azkena Rock Festival 2015: Crónica y fotos del sábado 20 de junio (Mastodon, Ocean Colour Scene, Red Fang, Cracker…)

Solo 10 horas después de abandonar el festival el viernes, el equipo de bi fm (Óscar Díez, Sergio Iglesias, Antonio Refoyo y Jon Rozadilla) volvía a la carga. A las 13:30 de la segunda jornada ya los teníamos listos en la Virgen Blanca viendo de nuevo a Sven Hammond. De ahí, a Mendizabala para otra tarde noche de rock. Nos lo cuentan ayudados por las fotos de Alfredo Rodríguez, Stuart MacDonald (Musicsnapper) y Gorka Ruiz de Heredia (Rhythm & Photos)

Solo 10 horas después de abandonar el festival el viernes, el equipo de bi fm (Óscar Díez, Sergio Iglesias, Antonio Refoyo y Jon Rozadilla) volvía a la carga. A las 13:30 de la segunda jornada ya los teníamos listos en la Virgen Blanca viendo de nuevo a Sven Hammond. De ahí, a Mendizabala para otra tarde noche de rock. Nos lo cuentan ayudados por las fotos de Alfredo Rodríguez, Stuart MacDonald (Musicsnapper) y Gorka Ruiz de Heredia (Rhythm & Photos)

 

AZKENA ROCK FESTIVAL 2015: Crónica y fotos del viernes 19 de junio (ZZ Top, Television, L7, D-Generation, Black Mountain…)

 

Azkena Rock Festival 2015 llegaba a su segunda y última jornada, la del sábado 20 de junio, solo unas horas después de haber cerrado las puertas de la primera. A las 13:30, y de nuevo en la Virgen Blanca (en el centro de Vitoria-Gasteiz), el grupo holandés Sven Hammond abría fuego. Y nunca mejor dicho. Porque cómo pegaba el sol en este día en el que más de 12.400 personas (sumando una asistencia global al ARF 2015 entre los dos días de más de 26.000) volverían a pasar calor, mucho calor. Aunque lo cierto es que eso era lo de menos… Porque el sábado no pudo comenzar mejor. Con un concierto inolvidable, aparte de atestado. Los Sven Hammond (que ya habían tocado el día anterior en Mendizabala) sonaron, esta vez sí, de cine y se llevaron de calle al numerosísimo público. La banda, crecida, terminó por subir a muchos de ellos a bailar al escenario. Para el recuerdo. 


sven hammond_arf_2015_crónicaIvan Peroti, voz de Sven Hammond // Stuart MacDonald


black horde_arf_2015_crónicaYa por la tarde, en el recinto festivalero de Mendizabala, abrían el escenario Bobby Keys (el mediano, para entendernos) los Black Hord, otra de esas bandas que han ganado su hueco en el cartel del certamen gracias a ARF Rock Party, el concurso de grupos que el propio festival ha convocado en esta su decimocuarta edición. Los de Gijón (foto izquierda, por Gorka Ruiz de Heredia) llevan una década facturando un rock potente sin encasillamientos, bebiendo indistintamente del metal, del hard rock o del punk para dar como resultado un estilo muy particular. Su calidad y originalidad bien merecería ir ganando puestos de relevancia en nuestra escena. Por la banda han pasado varios baterías, pero ahora nos encontramos con la sorpresa de ver junto a los fijos Tamar (guitarra y voz) y Faisán (bajo), al exAvalanch Marco, con una sencilla batería que, sin embargo, le sobró y bastó para dar el empuje necesario a temas como «Afterschool», «Alligator Skin» o «Yuyu». Este trío sin fisuras nos hizo abrir los ojos y también los oídos, ganándose a un público que llegaba recién levantado de la siesta.


El escenario B.B. KING (el grande) lo abrían el sábado Powersolo, que dieron el primer gran pelotazo de la jornada. La banda ya era conocida por estos lares como acompañantes de Jon Spencer en Heavy Trash. Los daneses demostraron en su corto (pero muy intenso) concierto que el rockabilly está salvado. Bueno, y el blues, y el punk… Gran forma de comenzar la tarde… Aunque fue justo entonces, a partir de las 7, cuando ya empezaron a solaparse conciertos.


powersolo arf_2015_crónicaPowersolo // Stuart MacDonald


Tuvimos que prescindir de los catalanes The Outside Hours (la tercera banda ganadora del ARF Rock Party) para acercarnos a ver a Eagles of Death Metal, aún sabedores de que, esta vez, el Queens Of The Stone Age Josh Homme (50% del dúo), no estaría presente. Aún así, este era uno de los platos fuertes del festival, y el grupo salieron al escenario a comerse a quien se pusiera por delante. Y la verdad es que, a pesar de la pronta hora, el recinto estaba ya abarrotado para ver a la banda del inimitable Jesse Hughes, que tan buen sabor de boca dejó en su primera actuación, en la edición del 2006. Es increíble la capacidad que tiene este hombre para ganarse al público. Y es que Hughes derrocha carisma por todos los costados. Si a eso se le suma una la banda que es una auténtica máquina de hacer rock, todo está dicho. Impresionante bolazo, de esos que te dejan con ganas de más, de esos que te hacen pensar aquello de «Buff, cómo tiene que sonar esto en sala pequeña…».


eagles death_metal_arf_2015_crónicaJesse Hughes, de Eagles Of Death Metal // Alfredo Rodríguez


cracker arf_2015_crónicaTodavía con las pulsaciones a mil cambiamos de escenario para disfrutar del que, a la postre, sería uno de los grandes conciertos de este año. Cracker (en la foto izquierda, su guitarra, David Lowery, por A. Rodríguez) estuvieron increíbles. Uno de esos momentos que sólo se pueden vivir en el Azkena Rock Festival. Elegancia pura en el escenario, delicadeza y demostración de esa otra vertiente más calmada que tiene el rock americano. Simplemente geniales. Algo más irregulares se mostraron después los Reigning Sound. Pero no nos llevemos a equívoco. El mito del punk Greg Cartwright y sus chicos ofrecieron un concierto perfectamente aprovechable, lleno de melodias redondas y con un sonido marcadamente brit. No lo incluiríamos entre lo mejor del festival, pero fue una hora grata de oir y vital. Suficiente.


Cuando se enumere la lista de bandas que han triunfado en esta edición, Red Fang aparecerán. Seguro. Una imagen ejemplifica su éxito: la de la gente disfrutando de su concierto hasta el último segundo antes de dirigirse al escenario B.B. King (el grande) a ver a Mastodon; cuando lo habitual es que la banda que toca antes del cabeza de cartel sufra una desbandada masiva de público a mitad del concierto. Su éxito se explica fácil: sonaron como un cañón, potentes, poderosos y muy empastados. Los de Portland se metieron al público en el bolsillo con su mezcla de stoner, metal y rock de alto voltaje, y lo hicieron desde el primer segundo, desde que pisaron el escenario perfectamente conjuntados, todos de negro, para actuar delante de un enorme telón que mostraba a un bebé sujetando con sus manos en alto una calavera. Lo que siguió a partir de ahí fue algo más de una hora de caña con clase y de comunión entre grupo y público, gracias a trallazos como «Wires» o «Blood Like Cream». Algunos seguidores del grupo discutían al acabar sobre qué actuación de Red Fang había sido mejor, si ésta o la de enero de 2014 en el Kafe Antzokia de Bilbao. Nosotros no intervendremos en el debate, que cada cual escoja… 


red fang_arf_2015_crónicaBryan Giles, guitarra de Red Fang // Alfredo Rodríguez


Quién podría pensar hace unos años que una banda como Mastodon terminaría encabezando festivales del calibre del ARF. Una banda progresiva, con ciertos tintes extremos, que ni mucho menos encaja con uno de esos grupos destinados a masas. Pues 15 años después de su formación, los teníamos en Gasteiz ante 12.000 almas que de forma general no perdieron el hilo de lo expuesto por los de Atlanta (por allí vimos, entusiasmado y entregadísimo, al Berri Txarrak Gorka Urbizu). Y decimos de forma general porque siempre habrá alguien al que esta propuesta le parezca excesivamente espesa (algo que recordamos haber sentido en nuestras carnes en otras ocasiones). Esta vez, con un gran escenario completo para ellos y con tiempo suficiente, Mastodon bordaron la mejor actuación que todo el equipo de bi fm les recuerda; respondiendo a los galones otorgados por la organización al concederles la tipografía más grande en el póster.


mastodon arf_2015_crónicaLa intachable formación lleva sin cambios desde su gestación, haciendo un trabajo instrumental órdago y, a nivel vocal, dando un juego enorme. En las melodías, la labor de Brann Dailor, desde la batería, fue destacable, y nos incrustó en la mente estribillos como el de «The Motherload», uno de sus temas más accesibles. Impresionante músico capaz de tocar al mayor nivel además de poseer esa voz con un extra de sentimiento. La alternancia vocal con sus compañeros dejó resultados brillantes, destacando el guitarrista Brent Hinds (en primer plano de la foto izquierda, por A. Rodríguez, delante del bajista de la banda, Troy Sanders) en un temazo como «Aqua Dementia», explayándose en las seis cuerdas y dándole en la voz al grupo todo un torrente de agresividad. Por su parte, Sanders dio la imagen imponente del grupo, además de aportar un empuje colosal con su bajo y llevar un buen peso en el plano vocal. Junto a Bill Kelliher, forman un conjunto titánico, al que solo le falló gritar en plena actuación «¡¡¡Bilbao!!!«, algo que les suele pasar muchos a los guiris para los que el mundo es un pañuelo.


En cuanto al resto del repertorio, se centraron en su última obra, «Once More, Round The Sun», rescatando también algunas composiciones de sus pasados trabajos para deleite de sus acérrimos. El final lo bordaron con un «The Czar» en el que Hinds, con su doble mástil, volvió a hacer las delicias de los amantes del virtuosismo. Eso es, precisamente, Mastodon: calidad musical elevada a la enésima potencia.


mastodon arf_2015_crónica2Mastodon // Stuart MacDonald


Como terapia de desintoxicación después de una banda tan compleja como Mastodon, a eso de las 23:30 nos acercamos a escuchar a los mucho más fácilmente digeribles OFF! El supergrupo punk formado por miembros de Black flag, Redd Kross, Circle Jerks, Burning Brides o Rocket From The Crypt, demostró lo sencillo que puede ser esto de tocar. A lo largo de una hora, los californianos tocaron unas 1.000 canciones… O más. Estilo punk clásico, con composiciones cortas que apenas sobrepasaban el minuto de duración. Directos y sencillos, pero brutales. Así son OFF! 


off arf_2015_crónicaKeith Morris, líder no solo de OFF!, sino también de Black Flag o Circle Jerks // A. Rodríguez


Y sí, tras la apisonadora de Mastodon, era más que necesario un desengrasante. La mayoría optó por OFF!, ya lo hemos contado, pero creemos sinceramente que fue la minoría que eligió a John Paul Keith la que acertó. Un émulo de Buddy Holly que se columpiaba feliz (¡y capaz!) de Elvia a Little Caesar pasando por Jerry Lee Lewis. Una hora que pasó en un suspiro, sonó cristalina y, pese a hundir sus raíces en los clásicos, en ningún momento resultó reiterativa ni monótona. Lo mejor del Azkena Rock Festival 2015. ¿Exageramos? Alguno opinará que sí, pero lo cierto es que la marea de aplausos, gritos y «beste bats» al final, hizo que Keith tuviera que volver a salir a escena para unos improvisados bises (algo absolutamente inusual en un festival -donde siempre los horarios van apretadísimos-). Sea lo que sea, un simple cóctel de bajo + batería + Keith (a la guitarra y la voz) alumbraron una, con perdón, puta maravilla. Así, sin más. Una verdadera GO-ZA-DA.

 

john paul keith arf 2015 crónicaJohn Paul Keith // Stuart MacDonald


OCEAN COLOUR SCENE NOS DEJAN A MEDIAS


 

Tras ellos, la otra gran cabeza de cartel del sábado, los Ocean Colour Scene. Sin embargo, los británicos salvaron los muebles por los pelos; y afirmar algo así de uno de los nombres importantes (a priori) del festival, no deja de ser decepcionante. Cualquiera se excitaría en un concierto que arranca con «The Riverboat Song», «You’ve Got It Bad» y «The Circle», tres clasicazos del disco «Moseley Shoals» (Island Records, 1996), y que continúa con una joya como «So Low». Y sin embargo aquello no fluía porque la banda transmitía poquísimo feeling. Y sí, es verdad que Ocean Colour Scene jugaban un partido complicado, ante un respetable que mayoritariamente había acudido a ver a Mastodon y en un horario poco propicio para su propuesta. Si a eso añadimos que la formación contaba con un guitarrista interino, debido a la baja de Steve Cradock (de gira por América con Paul Weller), la impresión inicial no podía resultar más desalentadora. Por si fuera poco, el cantante, Simon Fowler (foto inferior, por Gorka Ruiz de Heredia), comenzó estático y descentrado, y puede que demasiado ebrio, idea que ganó peso cuando en un discurso entre canciones se mostró satisfecho de estar en Vitoria, entre otras cosas, por «la borrachera que nos hemos pillado con Sven Hammond y otras bandas«.


ocean colour scene arf 2015 crónica2Así que el concierto transcurría con más pena que gloria hasta que a la media hora, aproximadamente, Simon se quedó solo con la acústica para interpretar la bellísima «Robin Hood», con guiño incluido al «Live Forever» de Oasis. A partir de ahí la cosa cambió ostensiblemente a mejor. No consiguieron en ningún momento cautivar a todo el recinto, para nada, pero sí crearon un ambiente especial del que se contagiaron las primeras 25 o 30 filas cuando encadenaron «Better Day», con Simon cantando y el batería, Oscar Harrison, al piano (los dos únicos miembros originales de la banda), con «Travelers Tune», «Get Blown Away» y «Hundred Mile High City». Y antes de terminar, aún interpretaron uno de sus grandes hits, «The Day We Caught The Train», con los «oooh la-la» de parte del público. Cerraron con el «Day Tripper» de The Beatles, de quienes por cierto también colaron en un momento dado un par de frases de la nana «Good Night» (del doble blanco). Quizá esos segundos simbolicen lo que consiguieron: dormir a buena parte de la gente congregada en Mendizabala a esas horas… Pero semejante setlist y la mejora en la segunda mitad del concierto hacen que les concedamos el aprobado, aunque sea raspado.


La presencia de los Kvelertak en el cartel del Azkena Rock Festival cobró mayor relevancia tras saberse que serían teloneros de Slayer y Anthrax después del verano. Había curiosidad por un grupo que, con solo dos discos, está llamando la atención de propios y extraños dada su propuesta de difícil catalogación. Los noruegos no olvidan las raíces black de su país de origen, pero son capaces de casarlas con el rock & roll y el hardrock. El sexteto deja que salga toda la furia sin importar la forma que esta vaya a tomar. Y el resultado es un estilo que bien podría hacerles acreedores de una marca propia en la actual escena metalera.


kvelertak arf_2015_crónicaKvelertak // Stuart MacDonald


La tormenta se desató con el tema que podemos considerar más pegadizo, el que da nombre a la banda. Con la caja de los truenos ya abierta de par en par, cualquier cosa podía pasar con una puesta en escena tan anárquica como su música. No importó que al principio a su vocalista no se le escuchara (le cogió inmediatamente el micro a uno de sus compañeros). Hasta tres guitarras aportaron su capa de estridencia a Kvelertak. Ahora bien, estridencia compacta y premeditada, aunque a uno de los hachas se le fuera la mano cuando terminó tirando su instrumento al foso al final de su concierto, mientras el cantante iba en volandas sobre el personal. Resumiendo: bestias puestas en libertad capaces de arrasar cualquier escenario. Así lo demostraron, dando una sensación de poder tremendo. Se permitieron el lujo de alargar su descarga en el tiempo tanto como los propios cabezas de cartel, quizá algo más. Menuda forma de arrastrar a quienes aún estábamos en pie pasadas las 3 de la madrugada… Serán de los que más sigan resonando en nuestros oídos mucho tiempo después de acabado el festival.


Y, finalmente, el último bolo del certaemen por este año. Wovenhand actuaban en el escenario pequeño de Azkena Rock Festival 2015. Fue un buen concierto en el que la banda ofreció un espectáculo que mezclaba folk con rock, punk y otros sonidos diversos. Buena manera de terminar la gustosa tarea de disfrutar del ARF. Porque, al son de los primeros temas que pinchaban Niña Coyote eta Chico Tornado en su vertiente de djs, noostros ya abandonábamos el recinto agotados. Eso sí, también muy satisfechos. Porque a pesar de la austeridad creciente del festival, a pesar de lo cara y mala que es la cerveza, a pesar de lo complicado que es comprar un bocata, a pesar del calor del día y del fresco de la noche vitoriana, el Azkena Rock Festival ha demostrado una vez más cuál debe ser el espíritu de un acontecimiento de este tipo: disfrutar de la música, disfrutar del ambiente y, sobre todo, disfrutar de las bandas que, junto con la fidelidad del público azkenero, son los que año tras año mantienen el festival a pesar de todo. ¡Nos vemos en 2016!


 wovenhand arf_2015_crónicaCon Wovenhand, acabó ARF 2015 para bi fm // Stuart MacDonald



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