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Bilbao BBK Live

Bilbao BBK Live 2014: crónica, fotos y vídeos del viernes 11 de julio (Prodigy, Foster The People, Bastille, Izal…)

Otras 40.000 personas abarrotaron Kobetamendi por segundo día consecutivo, esta vez, para disfrutar de los conciertos de The Prodigy, Foster The People, Jack Johnson, Frank Turner & The Sleeping Souls, Bastille, El Columpio Asesino, Izal, The 1975, Chet Faker, Palma Violets… Germán Castañeda, Alfredo Rodríguez y Joseba Vegas, con fotos de Alfredo Rodríguez y vídeos de Jone Novo, nos cuentan cómo fue la cita

Otras 40.000 personas abarrotaron Kobetamendi por segundo día consecutivo, esta vez, para disfrutar de los conciertos de The Prodigy, Foster The People, Jack Johnson, Frank Turner & The Sleeping Souls, Bastille, El Columpio Asesino, Izal, The 1975, Chet Faker, Palma Violets… Germán Castañeda, Alfredo Rodríguez y Joseba Vegas, con fotos de Alfredo Rodríguez y vídeos de Jone Novo, nos cuentan cómo fue la cita

 

Tras una primera jornada (leer crónica) con 40.000 personas abarrotando el recinto de Kobetamendi para ver a Franz Ferdinand, Phoenix, Crystal Fighters, Hercules and Love Affair, Vetusta Morla o John Newman en alguno de los cuatro escenarios activos esa noche, el segundo de los días reunió a la misma cantidad de público (recuerda que hace tiempo que se agotaron todas las entradas), pero algo más repartido. ¿La razón? Que, por primera vez en sus nueve años de historia, el festival contó con hasta cinco escenarios (el Red Bull Tour Bus sí que funcionó el viernes) para acoger los directos de artistas como The Prodigy, Foster The People, Jack JohnsonFrank Turner & The Sleeping Souls, Bastille, El Columpio Asesino, Izal, The 1975, Chet Faker, Palma Violets

 

Germán Castañeda, Alfredo Rodríguez y Joseba Vegas, con fotos de Alfredo Rodríguez y vídeos de Jone Novo, nos cuentan cómo fue la cita, en la que, a pesar del ligero sirimiri caído a primera hora de la tarde, aguantó sin llover el resto de la velada. Eso sí, sudaderas con capucha, chubasqueros y botas de monte están siendo más que recomendables este año (por mucho que el numeroso público extranjero se atreva a ir en tirantes, shorts y sandalias…)

 

BILBAO BBK LIVE 2014 – CRÓNICA DEL VIERNES, 11 DE JULIO


El australiano Chet Faker tuvo que jugar con la más fea: inaugurar la tarde de actuaciones de la segunda jornada de directos en el festival bilbaíno. Aunque su propuesta encajaría mejor en otro espacio, el joven veinteañero se sobró de su valía con los teclados y ordenadores para deleitar a los presentes. Tras sus sonados EPs publicados en los últimos años, se dejó gustar con algunas canciones de su debut largo, «Built On Glass» (Future Classic, 2014), donde los sonidos electrónicos, el downtempo e incluso el neosoul marcaron el ritmo de su concierto.


chet faker_bilbaobbklive2014_bifmChet Faker // Alfredo Rodríguez


dawes bilbaobbklive2014_bifmOtros que tuvieron que iniciar los directos vespertinos en un escenario fueron los californianos Dawes (en la foto a la derecha de este texto) quienes abarrotaron el «Escenario Sony» a pesar de la temprana hora de su actuación. El grupo liderado por Taylor Goldsmith mostró por qué es uno de los preferidos dentro de la última generación del folk-rock norteamericano. La épica de las canciones de su nuevo disco, «Stories Don’t End» (Jacquire King, 2013) brilló durante la poco más de media hora que estuvieron sobre las tablas de la carpa triangular situada junto a la ladera del monte, rescatando también algunas de las composiciones de sus anteriores referencias.



the 1975_bilbaobbklive2014_bifmEl primer baño de masas de la jornada se la dieron los británicos The 1975 (en la foto de la izquierda) en el «Escenario Bilbao», el principal. El joven cuarteto visitó por primera vez nuestro país para presentar en directo su homónimo debut largo, «The 1975» (Dirty Hit Records, 2013), una colección de canciones pop edulcoradas que hicieron las delicias de las fans que se agolparon en las primeras filas. Los de Manchester, comparados con formaciones como Foals, Vampire Weekend y Deacon Blue, demostraron que esa no es su liga musical, sino que se encuentran en una escena más comercial próxima a bandas como Imagine Dragons y The Killers. Con todo, estuvieron a la altura de lo esperado, entretener a la masa festivalera, que se pegó los primeros grandes bailes del viernes con «Settle Down».


Otro artista proveniente de Reino Unido, el joven Frank Turner (con su banda The Sleeping Souls), también fue centro de atención en el «Escenario Heineken» (el 2, para que nos entendamos). El cantante y guitarra, con su folk-punk como carta de presentación, vio como el respetable cantaba todas y cada una de sus canciones. Mención especial cuando echó mano del euskera a la hora de interpretar «Eulogy», corte incluido en su cuarto álbum, «England Keep My Bones» (Epitaph, 2011), después de que horas antes preguntase en su cuenta personal en la red social Twitter: «Does anyone on here speak Basque? Looking to get ‘eulogy’ translated for today’s show«. Dicho y hecho, encontró un buen traductor, pues el citado tema fue cantado en la lengua local, recibiendo una sonada ovación por parte del respetable.


frank turner_bilbaobbklive2014_bifmFrank Turner // Alfredo Rodríguez


Lo de Conor Oberst es de admirar. Solo sobrepasa los 30 y ya tiene un curriculum apabullante: una veintena de discos, 6 grupos de los que es el principal cerebro y una carrera paralela en solitario. ¿Este chico duerme? Ayer no venía con su proyecto más conocido, Bright Eyes (de los que se hizo varios temas), sino a presentar «Upside-Down Mountain» (Nonesuch Records, 2014), su nuevo disco propio (si es que podemos asumir que la mencionada banda no es él y músicos que van pasando por allí). Siguen las letras confesionales y los temas intimistas, pero en esta ocasión su multiinstrumentismo folk-rock ha virado más aún hacia el country. Y, arropado por los Dawes y con temas de reciente factura como «Hundreds of Ways», pareció montar al medio aforo reunido en el «Escenario Sony» (la carpa) en un inmenso Cadillac para llevarnos por las carreteras perdidas de su Nebraska natal.


¿Se les iba a quedar grande el escenario principal a los Bastille? Pues eso temíamos, aunque sabíamos de sobra que el grupo inglés tiene mucho tirón entre el público anglosajón (Nº1 en el Reino Unido, más de 2 millones de ejemplares despachados allí de su debut, premios como el Brit Award a la banda revelación…). Pero no eran aún las 20 horas (la luz del día deslució un tanto su chula escenografía, que incluía un enorme triángulo de luces) y aquello estaba ya más que concurrido cuando el cuarteto londinense saltó a escena. Venían a demostrar cómo suena en directo «Bad Blood» (Virgin/EMI, 2013), ese exitoso trabajo del que ya no les quedan singles por sacar (van siete de 12 temas ya). Y en Bilbao BBK se los tocaron todos. Dan Smith, cantante y compositor, se demostró mucho más carismático de lo esperado. Atuendo sencillo (camiseta y pantalón negro), peinado mitad tupé mitad cresta, luminosos ojos azules y obnubilante rostro aniñado. Y, sobre todo, una preciosa voz que siempre sonó limpia y que brilló tanto en los temas suaves («Things We Lost In The Fire», «These Streets») como en los más cañeros («Weight of Living, Pt. II», «Laura Palmer»). ¡Hasta se atrevió con el falsete! Y disfrutó e hizo disfrutar aporreando el tambor con fuerza en «Icarus».


bastille bilbaobbklive2014_bifmBastille // Alfredo Rodríguez


Cuando lo tenían ya todo ganado, con miles de personas bailando sus coreables y pegadizos temas, pasó lo que tenía que pasar… Que se hicieron el «Of The Night», ese mash up de dos hits de los 90 («The Rhythm Of The Night» y «Rhythm Is A Dancer») que en las estrofas han llevado a su terreno pero que han dejado tal cual en los estribillos, y que les ha servido para reeditar una versión extendida de su debut rebautizada «All This Bad Blood». ¿¡Corona y Snap! sonando en el Bilbao BBK Live!? Como lo lees. ¡No! ¡Ultraje! ¡Vestiduras rasgadas! Para nada: Kobetamendi entregado al eurodance noventero sin complejos y con fervor (visto lo visto, un escenario que reivindique el género podría petarlo en posteriores ediciones; ahí dejamos la idea a la organización, de nada). Y aún quedaba tiempo para una más. Terminaron, cómo no, con «Pompeii», su gran hit, con ese «eo, eo» que todos entonamos encantados.


Bastille demostraron que su vertiente más pop viene teledirigida para enganchar masas, abandonar el indie y empezar a llenar grandes aforos con todo tipo de públicos cuanto antes. Son aún pequeños en carrera y discografía, pero se prometen grandes en expectativas.


Algo parecido a lo de Bastille se podría aplicar a Izal, quienes también congregaron a muchísimo público, aún actuando en el escenario 3 y coincidiendo en horario con Jack Johnson, uno de los nombres gordos del día. Flipamos mucho con la abrumadora capacidad de arrastrar y poseer al público más joven de la banda de Mikel Izal (con quien charlamos en los camerinos un rato antes de su actuación –ver vídeo-). Porque, aunque Mikel lleva muchos años de carrera, la de Izal como banda apenas cuenta con tres, en los que solo han publicado dos discos, ambos autoeditados y producidos con un presupuesto mínimo conseguido por crowdfunding. Unos 25 temas que, desde la absoluta independencia y autogestión, ellos se han guisado y cocinado, sin apoyo de grandes discográficas ni promotores. Así que no hay otra explicación, hay que asumir que han dado en el clavo, que han logrado conectar con un numerosísimo público eminentemente juvenil que, en nada, les ha aupado a lo más alto de la escena española. Por sus canciones pero, sobre todo, por sus brutales directos.


izal bilbaobbklive2014_bifmIzal // Alfredo Rodríguez

 

La carpa Sony estaba a reventar y la gente se volvía loca desde la mismísima prueba de sonido. Pero ya cuando el quinteto afincado en Madrid (aunque Mikel es navarro y tanto él como Iván han estudiado en Bilbao) salió a escena, aquello se venía abajo. Literalmente. Los camareros de ambas barras no daban abasto. Y no precisamente sirviendo bebida, sino sujetando vasos, cañeros, neveras, letreros… Porque el tumulto sobre la tarima flotante instalada en este escenario cubierto era un verdadero torbellino que amenazaba con arrasarlo todo. ¡Menos mal que lo que hacen es pop!

 

 

Temas de su primer disco («Magia y efectos especiales», 2012) o del segundo («Agujeros de gusano», 2013); canciones que han sonado más o menos; composiciones supuestamente más pausadas o más arrolladoras. Dio igual. Izal en directo suenan siempre con una potencia un paso más allá de lo que sus discos pueden dar a entender. El público no paró de botar en los clavados 60 minutos de show y, sobre todo, no perdió ocasión de corear todas y cada una de las canciones. ¡Se sabían las letras de TO-DAS! «¡Que nos oiga Jack Johnson!”, gritó Mikel sin complejos. Y estamos seguros de que el surfero y su acústica, en un escenario mucho mayor y en la otra punta del recinto, escuchaban el barullo, el inmenso fiestón, que Izal (y su público) estaban montando y que llegó al culmen con pelotazos como «Prueba y error» o «Extraño regalo». ¿Veremos a Izal en uno de los escenarios grandes del Bilbao BBK Live? Desde aquí nos jugamos lo que queráis a que más pronto que tarde.


A Jack Johnson lo vimos apenas un ratito, pues ya disfrutamos de su propuesta hace tres años en este mismo lugar y, como acabas de leer aquí arriba, nos centramos en lo sucedido en la carpa a esa misma hora. Gracias a sus músicos de acompañamiento, el siempre agradable y buenrollero cantante ganó en electricidad y nervio, si bien fueron los sonidos cálidos y acústicos los que predominaron. Fue curioso abandonar la explanada del «Escenario Heineken» reconfortados por el amable sonido del hawaiano y meternos en esa olla a presión del escenario 3, pero esto es lo bueno de los festivales, que hay mucho y muy diferente que ver, a pesar de que los solapamientos empiecen a ser, en ocasiones, una dolorosa consecuencia del crecimiento experimentado por la cita bilbaína.


jack johnson_bilbaobbklive2014_bifmJack Johnson // Alfredo Rodríguez


Al final, en este Bilbao BBK Live se está bailando de lo lindo, y no solo a altas horas en el Red Bull Studio y en el Sony Stage. El «Escenario Bilbao» ya se había convertido en una inmensa pista con Bastille un rato antes, pero con Foster The People terminó de transformarse en la mayor discoteca de la cornisa cantábrica. Los responsables de «Pumped Up Kicks» dejaron para el final ese su gran éxito, pero no se olvidaron de ninguno de los también incluidos en aquel resultón debut de 2011, «Torches» (Columbia/Sony) -del que sonaron «Call It What You Want», «Don’t Stop (Color on the Walls)» o «Houdini»-; ni de las canciones de su nuevo y no tan deslumbrante disco (será por aquello del «factor sorpresa«), «Supermodel» (Columbia/Sony, 2014) -«Coming Of Age», «Best Friend», «Pseudologia Fantastica»…-. Los californianos sonaron más guitarreros de lo esperado y, a la vez, más sintetizados. Así, todo lo bueno de su propuesta se vio altamente potenciado en directo, ofreciendo uno de los shows más refrescantes y divertidos del fin de semana. Que «festival» y «fiesta» tienen la misma raíz etimológica, ¿no?


the prodigy02_bilbaobbklive2014_bifmY la fiesta llena de luz y de color de Foster The People se transformó en oscuridad con la salida a escena, en ese mismo escenario 1 de The Prodigy, los cabezas de cartel de esta segunda jornada del festival. Había quien no veía lógico que los de Essex ejercieran tal faceta, más cuando hace siglos que no editan material a la altura de «The Fat Of The Land» (1997) y cuando ya estuvieron en Kobetamendi no hace tantos años. Sin embargo, visto el poder de convocatoria de los reyes del breakbeat (con permiso de The Chemical Brothers), suponemos que dudas disipadas: el 95% por ciento del público se situó frente a su escenario y, excepto algunos hambrientos/sedientos asistentes que aprovecharon para avituallarse cerca de la entrada del recinto, el resto del mismo se mantuvo inhabitado durante largo rato.


Sonaba dubstep antes de irrumpir sobre las tablas Liam Howlett, Keith Flint y Maxim Reality, quienes abrieron con «Breathe» (editado como single en 1996), siguieron con «Jetfighter» (adelanto de su próximo álbum) y continuaron con «Omen» (de 2008), dejando claro que el ayer y el hoy del grupo encajan a la perfección. Bases muy gordas, beats pesados, riffs guitarreros, el rapeo incesante de los dos MCs (un poco plastas con lo de «bi bi ki festival» y «all my Spanish people» repetido hasta la saciedad para arengar al gentío) y las impactantes luces del espectáculo hicieron que los británicos triunfaran, de nuevo, en la cita bilbaína. Como era de esperar, «Smack My Bitch Up» y «Firestarter» fueron los dos momentos álgidos que nos dejó una banda que sí, vive de las rentas, pero que no deja de mirar hacia delante, con un estilo plenamente reconocible y propio.


the prodigy_03_bilbaobbklive2014_bifmMaxim Reality // Alfredo Rodríguez


Palma Violets irrumpieron en el «Escenario Heineken» con un ligero retraso. Seguramente porque estaban en los camerinos preguntándose dónde coño se habían metido esas 40.000 personas que la noche les prometía y que solo 5 minutos antes ardían con el directo de Prodigy. Porque ni siquiera el nutrido público inglés del festival pareció estar muy interesado en la enésima «next best thing» llegada de su país. Y es que, con menos de tres años en activo y un solo álbum, no parece que les haya llegado aún el momento de ocupar un escenario como el que anoche les tocaba. Sirva como ejemplo que, al mismo tiempo, El Columpio Asesino congregaba a muchísima más gente en la carpa Sony, ubicación de menor entidad en la jerarquía de este Bilbao BBK Live y que volvió a quedarse pequeño con una banda de casa, como unas horas antes con Izal.


Palma Violets comenzaron suave, nuevaoleros, con Samuel Fryer (guitarra y voz) impostando la voz y en ocasiones ¿imitando? al malogrado Ian Curtis. Pero no nos engañemos, lo suyo es mucho más garagero y así quedó claro en cuanto su otro frontman, Alexander ‘Chilli’ Jesson (bajo y voz), pudo hacerse con un micro. ¡Y tanto que «chilli«! Desgañite, brincos, brutales golpes de bombo y dolor de cabeza para el pipa, que no tuvo respiro recogiéndole el pie de micro hasta del foso en alguna ocasión. En directo, este «180» (Rough Trade, 2013) que presentaban les queda mucho más macarra que en disco, sí, incluida «Best of Friends» (el motivo de que estuvieran en el festival, un tema elegido por la NME «canción del año» en 2013), que Chilli se hizo desatado. El cuarteto se permitió el lujo de desaparecer para un bis tras 45 minutos. Arriesgado, ya que bien podría haber desaparecido todo el mundo de allí… En fin, correctos, que no es ni mucho ni poco. Pero lo dicho, la enésima nueva «banda del momento» en la escena alternativa inglesa con el enésimo borsalino a la Doherty. A ver si el año que viene nos acordamos de ellos…


publico croissantdjs_bilbaobbklive2014_bifmBailes en la carpa con Croissant DJs // Jone Novo


Justo después del «te voy a hacer bailar toda la noche» de El Columpio Asesino, los más danzarines pudieron dar rienda suelta a sus bailongos deseos sin salir de la carpa Sony, pues Baio (el proyecto electrónico de Chris Baio, bajista de Vampire Weekend), Sine3 y Croissant DJs alargaron la fiesta allí hasta las 7:00 de la mañana, al tiempo que Clip!, Pional y El_Txef_A hacían lo propio en el Red Bull Studio situado a escasos metros. Más información (fotos, vídeos, crónicas, noticias, entrevistas) de Bilbao BBK Live en nuestra página de Festivales y en www.bilbaobbklive.com

 

Bilbao BBK Live 2014: crónica, fotos y vídeo del jueves 10 de julio (Franz Ferdinand, Phoenix, Crystal Fighters…)

Bilbao BBK Live 2014: crónica y fotos del sábado 12 de julio (Black Keys, Lumineers, MGMT…)

 

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