Repasamos, en modo flashback, la historia del grupo formado por Dan Auerbach y Patrick Carney, a punto de publicar su octavo álbum, «Turn Blue», y convertido ya en todo un referente de la escena rock mundial. Una trayectoria intachable en la que no han dejado de ir a más a todos los niveles
The Black Keys acaban de estrenar «Fever«, el single de adelanto de «Turn Blue» (Nonesuch/Warner, 2014), el que será el 12 de mayo el octavo disco de estudio del dúo, fundado en 2001 en la ciudad estadounidense de Akron (Ohio) por Dan Auerbach (guitarra, voz) y Patrick Carney (batería). Su nuevo tema, alejado del blues-rock y de los sonidos garajeros típicos del grupo en pos de un pop-rock bailable altamente adictivo (y apto para audiencias, por qué no, muy amplias) ha sido recibido por crítica y público como todo un acontecimiento, algo lógico si contamos con la imparable carrera ascendente de los creadores de «El Camino» (Nonesuch/Warner, 2011), disco con el que terminaron de convertirse en relucientes estrellas del panorama rock mundial.
Pero, antes de ver cómo el primer single de «El Camino», «Lonely Boy«, se convertía en megahit (apoyado, todo sea dicho, por la gran repercusión del videoclip del tema, todo un éxito viral); antes de que aquel LP vendiera más de un millón de ejemplares solo en Norteamérica (más cerca de otro millón en el resto del planeta); antes de arrasar en los Grammy de 2013 con cuatro galardones (mejor disco, mejor canción y mejor actuación rock, además del premio al mejor productor); antes de que, aparentemente, el grupo llegara por fin al gran público («The Black Keys no eran nada hasta ‘Lonely Boy’«, afirman en ABC); antes de todo eso, la banda ya gozaba de éxito y reconocimiento, tanto a nivel de público como de crítica y, ojo, también de industria.
The Black Keys ya eran un gran grupo, a todos los niveles, antes de las navidades de 2011. Un año y medio antes, en mayo de 2010, vio la luz «Brothers» (Nonesuch/Warner), el, para muchos, mejor álbum del combo. Ese trabajo, el sexto de su trayectoria, fue el verdadero despegue comercial del proyecto, despachando 73.000 copias solo en su país y durante la primera semana de su puesta en el mercado. El trabajo alcanzó el número 3 en la lista Billboard 200 mientras que el single «Tighten Up» (único corte del disco producido por Danger Mouse, su actual productor) logró auparse al Top 1 de la lista de «canciones alternativas«, lugar que ocupó durante 10 semanas, siendo su primer tema en colarse en la lista Billboard Hot 100, que recoge los singles de mayor pegada en todo Estados Unidos, basándose no solo en datos de venta, sino también de reproducciones online y playlists de radio.
El segundo single de aquel LP, «Howlin’ for You«, fue certificado como «disco de oro«, cosa que también logro su predecesor. Así, no fue de extrañar que el álbum alcanzara la distinción de «platino» al superar el millón de copias, solo en Estados Unidos. Pero ahí no queda la cosa, ya que la grabación fue «doble platino» en Canadá y «oro» en el Reino Unido, sin olvidar que le sirvió al tándem para ganar nada más y nada menos que tres premios Grammy, incluyendo el de «Mejor Disco Alternativo«. ¡Vaya! pues parece que sí que existían antes de «Lonely Boy»…
Según nos vamos acercando a los inicios del grupo en este nuestro particular flashback, vemos claramente que el grupo nunca ha dejado de crecer en múltiples direcciones, siendo su apertura estilística y profesionalización el único «pero«, subjetivo, que se le puede poner al dúo. No fue hasta 2008, con todo un quinto larga duración entre manos, cuando Auerbach y Carney contaron con un productor externo y grabaron en un estudio de verdad, dejando atrás las grabaciones domésticas de los cuatro álbumes previos. Ahí ya vieron que iban por el buen camino. «Attack & Release» (Nonesuch/Warner, 2008) se estrenó en el puesto 14 del ranking Billboard 200, llegando a colarse, con posterioridad, entre los 100 mejores álbumes de la década según la revista norteamericana Rolling Stone (que también incluyó «I Got Mine» en el puesto 23 de las 100 mejores canciones de aquel año).
Los cuatro primeros discos de The Black Keys no consiguieron ni la repercusión mediática ni crítica de todo lo que vendría después, pero supusieron ese firme paso adelante que venimos describiendo. Así, «Magic Potion» (2006), fue su primer LP con el sello Nonesuch, su actual discográfica, que los fichó después de comprobar lo bien que se manejaba el grupo con las adaptaciones de temas ajenos (de The Kinks, Richard Berry, Junior Kimbrough o incluso The Beatles) que fueron incluyendo en sus grabaciones primerizas, donde ya mostraban su respeto hacia los clásicos, a la vez que dejaban patente la calidad de sus composiciones propias.
Su disco anterior, «Rubber Factory» (Fat Possum Records, 2004) fue el primer trabajo que consiguieron colar en los charts, alcanzando el 143 de la lista Billboard 200. «Thickfreakness» (2003) fue su primera grabación para Fat Possum, sello especializado, por aquel entonces, en artistas blues, que se hizo con los derechos del grupo después de su prometedor debut con «The Big Come Up» (Alive Records, 2002), cuyas canciones sirvieron para poner en el mapa a un grupo llamado The Black Keys, a día de hoy, 12 años después, entre los más grandes del globo. Y, claro, vista la tendencia, se espera que la cosa siga creciendo…
Saldremos de dudas a partir del 12 de mayo (día en el que se publicará su nuevo LP) o, mejor, el 12 de julio, cuando tendremos ocasión de asistir, en fecha exclusiva, a su concierto en Bilbao BBK Live 2014, festival cuyo cartel encabezan.