Una sobrecogedora violencia intuida y no mostrada, en claro contraste con la vida de ensueño que las familias nazis experimentaban al otro lado del muro del campo de exterminio alemán, es lo que cuenta Jonathan Glazer de manera hipnótica y desasosegante en su nueva película
Una familia de clase alta se prepara para desayunar. Pan, mantequilla, huevos, mermelada, cafés y tés. Muebles caros de madera noble. Ropa elegante.
Fuera, lo que parece un ruido sordo, continuo y perturbador. Es un horno crematorio. A cincuenta metros de ese salón, miles de seres humanos están siendo exterminados.
Auschwitz trabaja 24 horas mientras el nazismo se desmorona. La «solución final» se aplica mientras los allegados de los generales comen tarta y beben champagne al otro lado del muro.
El británico Jonathan Glazer («Under The Skin») logra su mejor película hasta la fecha con «La zona de interés» («The Zone of Interest» en su título original) una radiografía del mal en la que nunca vemos a las víctimas. Todo ocurre fuera de plano: los trabajos forzados apenas si se intuyen al fondo de los paseos dominicales de las familias alemanas, las cenizas son unas molestas motas en los primeros planos de unos militares deshumanizados, los sonidos de los fusilamientos llegan ahogados por la altura de los muros.
Rodada en digital de alta resolución, esta adaptación libre de la novela de Martin Amis, Gran Premio del Jurado en Cannes, es impactante por lo cristalina que en ella se observa la amoralidad de la vida doméstica de Auschwitz, acostumbrados como estamos al grano duro de «Shoah» (1985) o «El hijo de Saúl» (2015).
Pero es en estas decisiones donde Glazer brilla; en su alucinante uso del sonido, sus desasosegantes fundidos a rojo, lo sobrecogedor de la violencia intuida y no mostrada. Hipnótica, rodada con maestría, se usa mucho (y a lo loco) lo de «pelicula del año» pero la vi hace dos meses y mi memoria aún no ha podido despegarse de ella. Llega a cines este viernes, 19 de enero.
Caza mayor.
- Relacionado: Más noticias, entrevistas y críticas de cine, aquí
