Hablamos con Miguel de Lucas, bajista de la banda surgida de las cenizas de The Sunday Drivers, en torno a «El Apocalipsis según Mucho», segundo disco del cuarteto y mucho más luminoso de lo que su título podría sugerir
«El Apocalipsis según Mucho» (Marxophone, 2013) llega tras varios cambios internos para la banda, según nos cuenta Miguel de Lucas, bajista de Mucho. «Lo llamamos así porque pasamos un apocalipsis interno que consistía en cambios de discográfica, de músicos, de oficina… Era una situación un poco comprometida y decidimos echar un par de cojones a esa destrucción a la que estábamos sometidos, tirar para arriba y crear lo que el disco quiere expresar«.
El trabajo, producido por Ricky Falkner (integrante de Standstill), ha salido en vinilo, en CD y en formato digital, todo ello con licencia Creative Commons. Vamos, que, si así lo deseas, puedes grabarte una copia de manera totalmente legal. «Hace mucho tiempo que los músicos no vivimos de vender discos y menos mal que es así, lo que hay que hacer es tocar. Los discos hay que tenerlos, es una tarjeta de presentación y es una cosa que a los melómanos nos gusta tener en las manos. Lo que no se puede considerar es que la gente grabe un disco, lo promocione, haga un bolo gordísimo y nada más. Ahora hay que currar«.
Desde que se creó Mucho, nacido de las cenizas de The Sunday Drivers, el grupo ha sufrido cambios. Entre ellos, uno a raíz de la decisión que tomó Fausto Pérez cuando dejó la banda. «No fue nada traumático, estaba cansado y tenía otros planes vitales, de una manera elegante nos avisó con mucho tiempo y enseguida nos pusimos a buscar un sustituto. Así llegó Víctor Cabezuelo, un tipo encantador, muy diestro con la guitarra. Además, toca el teclado y canta, lo que nos deja darle protagonismo a las teclas«, en detrimento de las guitarras, ya que «nos ha permitido quitarnos una rítmica que a veces era algo excesiva«.
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«NOS QUEREMOS ESCAPAR DEL TEMA POLÍTICO»
A pesar de un título tan oscuro como el que muestra la (colorida) portada, el álbum lanza un mensaje optimista y para nada político, como se podría llegar a pensar. Es más, el grupo deja claro que todo lo que se dice en la canciones son vivencias internas. «Nos queremos escapar del tema político, aunque alguna canción contenga la palabra ‘presidente’, no es reflejo de una situación específica social. Son sensaciones internas de la banda, no queremos que se entienda como una rebelión porque el disco no se ha hecho como protesta de nada«.
Con el trabajo ya en el mercado (se publicó el pasado 4 de febrero), los únicos planes que tiene la banda son «salir y tocar«. «Estamos deseando coger la furgo y darnos unos buenos paseos. Cuando terminas la gira ya te has cansado de esa etapa y te involucras mucho en el aspecto creativo y en una nueva grabación. Pero, cuando has terminado de grabar, lo único que quieres es que la gente lo escuche, tener opinión ajena y externa a nosotros; lo siguiente son muchas ganas de salir a tocar«.
