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Bilbao BBK Live

Bilbao BBK Live 2015: CRÓNICA y FOTOS del sábado 11 de julio (Muse, Of Monsters And Men, Vintage Trouble, The Ting Tings…)

El sold our de ayer, tercera jornada, sí estaba más que cantado, ya que Muse (básicamente) había agotado entradas y bonos hacía tiempo e, incluso, daba la sensación de que allí estábamos muchas más almas que el jueves y el viernes. Aquí el relato del último día de la décima edición del festival por el equipo de bi fm (Joseba Vegas, Óscar Díez, Germán Castañeda y Abel Amutxategi; con fotos de Alfredo Rodríguez, Stuart MacDonald, Tom Hagen y Gorka R. de Heredia)

El sold our de ayer, tercera jornada, sí estaba más que cantado, ya que Muse (básicamente) había agotado entradas y bonos hacía tiempo e, incluso, daba la sensación de que allí estábamos muchas más almas que el jueves y el viernes. Aquí el relato del último día de la décima edición del festival por el equipo de bi fm (Joseba Vegas, Óscar Díez, Germán Castañeda y Abel Amutxategi; con fotos de Alfredo Rodríguez, Stuart MacDonald, Tom Hagen y Gorka R. de Heredia)

 

CRÓNICA Y FOTOS 9 JULIO: Disclosure, Mumford And Sons, Future Islands… Bilbao BBK Live 2015

CRÓNICA Y FOTOS 10 JULIO: Ben Harper, Alt-J, Azealia Banks, The Jesus & Mary Chain… Bilbao BBK Live 2015

FOTOS 9 JULIO: Apertura de puertas, primeros momentos, público… Bilbao BBK Live 2015

 

El sold out de ayer sábado 11 de julio, tercera y última jornada de Bilbao BBK Live 2015, sí fue notorio y palpable desde primera hora. Muse (básicamente) había agotado entradas y bonos hacía tiempo, por lo que los 40.000 asistentes oficiales eran más que esperados. De hecho, parecía que en el recinto estábamos muchas más personas que en las dos jornadas anteriores, y así se comentaba in situ y en redes sociales. El caso es que la asistencia fue tal, que en un determinado momento no había quien se desplazara de un punto a otro. Imposible. Será cierto lo de que al final sí se vendieron las 40.000 plazas habilitadas por día, pero lo que está claro es que el jueves y el viernes alguno se quedo en casa al final en vez de subir a Kobetas. Sea como fuere, aquí tienes el relato del último día de la ansiada décima edición del certamen. Por tercera jornada consecutiva, el equipo de bi fm (Joseba Vegas, Óscar Díez, Germán Castañeda y Abel Amutxategi; con fotos de Alfredo Rodríguez, Stuart MacDonald, Tom Hagen y Gorka R. de Heredia) nos cuenta el triunfo del rock de estadio de Muse, la desafección de la audiencia ante los pobres (y convalecientes) Of Monsters And Men, la cierta decadencia de The Ting Tings seis años después de su primera visita y, sobre todo, la sorpresa del año: unos Vintage Trouble que no se los salta un caballo. ¿Es su líder el nuevo James Brown?

 

bilbao bbk_2015_crónica_vistas_recinto¿Bilbao o un inminente Mordor? // Stuart MacDonald

 

bilbao bbk_2015_crónica_fansEn un día más gris que los anteriores (a pesar de que las previsiones no daban riesgo de lluvía, la cosa tenía mala pinta), no estaba claro si aquello iba a ser la jornada de clausura de un extenso festival o solo un conciero de Muse. Desde mucho antes de las 17:00 horas a las que abre cada día el recinto, los acérrimos con camisetas del trío hacían cola para poder coger primera fila en el Escenario Bilbao para un concierto programado a las 00:10; 7 horas después (y luego dirán de las Directioners, las Believers, etc., que en el festivaleo supuestamente indie también hay mucha tontería…). Imapagable la foto izquierda (por Gorka R. de Heredia). Pero, volviendo a la música (o no), lo primero que hay que dejar claro del día (a eso de las 17:30 en la carpa) es que no, no, un músico no puede llevar camisetas de sí mismo en escena. Jamás. Ya lo había hecho un Grises el viernes, pero es que la extriunfita Nika, con su banda Münik (formada junto al ex-Nena Daconte Kim Fanlo, que Dios los crea y el viento los amontona), lo hizo de nuevo. Mal. A la vez, Señores, sobre el escenario Heineken, volvían a coincidir en un recinto festivalero con Muse en menos de 48 horas. El cuarteto bilbaíno venía de Lisboa, del NOS Alive, donde el viernes habían tocado sobre otro escenario Heineken. Allí nos imaginamos que también, pero aquí dieron el bolo que se espera de ellos: Arriba, abajo, euforia, intimidad, garra y corazón. Como siempre, dignificando el indie de la Villa.

 

bilbao bbk_2015_crónica_john_grvyDespués nos dirigimos al Red Bull Tour Bus, sobre el que estaba el más que interesante John Grvy, un tío de Madrid que, como nos lo descubran los yankis, se lo apropian. Negro, espigado, alto, imponente, elegantísimo tanto estética como musicalmente. Y con una voz melosa que mecería pacíficamente hasta al troll más cafre. Un grande con una carrera aún pequeña (con un solo EP de cinco temas, «199X»). Su soul-R&B en inglés y con sutiles bases electrónicas era perfecto para empezar la jornada, aunque ponérselo en casa una noche tranquila con un buen vino en mano, ya es el éxtasis. Él define lo suyo como «music for men who wear Massimo Dutti«, no sabemos si porque la marca le paga o si como metáfora bastante acertada (elegancia sin grandes pretensiones ni snobismos). Aunque aquí ninguno vestimos de esa firma, nos declaramos fans, muy fans. Repetirá en el Kutxa Kultur Festibala en Donostia en septiembre. Por Dios no se lo pierdan. A la derecha, Grvy en acción sobre el buscenario fotografiado por Tom Hagen.


Y aquí estamos escribiendo esto aún taquicárdicos por lo vivido ayer a primera hora en Kobetas con los angelinos Vintage Trouble. No eran tan buenos como rezaba la leyenda que les precedía a pesar de llevar solo 4 años de carrera… ¡¡Eran mucho mejores!! Como salidos de una boda de «Lo que el viento se llevó», el cuarteto atacó la yugular del rock clasico de raíz, pero con un combinado insuperable de blues y soul tocado a velocidad abrasiva. ¡Dios santo, qué tsunami! Fueron, no ya lo mejor del dia, sino -en opinión de algunos de nuestros redactores- lo mejor de este Bilbao BBK Live. Ahí es nada. Hasta como «nuevo James Brown» calificaban ayer a su frontman, Ty Taylor, en las redes sociales. Ese nivel gastan los yankis, teloneando a los Stones, The Who… De hecho, su concierto previsto para hoy en Madrid (Madgarden Festival) tuvo que ser cancelado porque los Vintage alargaron su tarea como teloneros de AC/DC en su gira mundial y les coincidían las fechas (ya abrieron para ellos en Barcelona y Madrid la pasada primavera). Si hace tiempo su tema «Today Is Pretty Great» nos llamó la atención tras su inclusión en el anuncio de Honda, ahora hemos comprobado que Vintage Trouble son muchísmo más que eso. Mucho, mucho más. Bestial. Atómico. Brutal. Parecen epítetos de esos baratos, vacuos y rellenacrónicas, pero no, aquí son adjetivos meramente descriptivos y desde la serenidad de haber mediodigerido ya un concierto que no olvidaremos. Palabra. Que estos, al igual que The Doors, comenzaron a gestarse en Venice Beach. Ahí queda eso.


bilbao bbk_2015_crónica_vintage_troubleTy Taylor, a la cabeza de Vintage Trouble // Gorka R. de Heredia 


bilbao bbk_2015_crónica_cat_empireTras Vintage Trouble -lo comentamos entre los colegas- ni Rammsteim hubiera podido subir el nivel de alucinación del respetable. Tal papelón les toco a los perroflauteros The Cat Empire en el segundo escenario (foto derecha por T. Hagen). Combo dinámico, superficial y festivo que nos recordó a Mano Negra… pero a dieta, como de segunda, un poco de serie B. Agradables, sí, pero más para fiestas de Pancorbo, que tras los californianos encabezados por Ty Taylor, no podía haber nada que nos saciara ya. Igual que, un rato después en la carpa, los Bear’s Den. Fueron de los pocos que no llenaron un espacio que se quedaba pequeñísimo cada vez que empezaba allí un concierto. Pero su folk edulcorado, con su banjo y su trompa (¡trompa instrumento! ¡malpensados!), solo reunió en las primeras filas a una base de fans tan ruidosa como exigua. Con el resto del público no lograron conectar. Y, ¿qué decir de Sheppard? Pues nada, porque no los vimos. No entendemos bien como el pop facilón de este sexteto australiano está llegando tan lejos y a tanto festival con solo un disco o, en realidad, solo una canción: «Geronimo». Eso sí, seguro que se coreó de lo lindo ese chicloso y cansino «Say Geronimo!!!» que repiten 29 veces (que las hemos contado) en los 3 minutos 38 segundos que dura el dichoso temita. ¡Salen a una cada 7 segundos! Así, ¿quién no logra que el soniquete se le pegue a medio planeta?


Eran cerca de las 21:00 horas cuando por fin llegó nuestro turno en la infinita cola del puesto de comida «thai» (muy recomendable el curry rojo, oiga). En ese momento, cuando nuestras papilas gustativas veían luz al final del túnel, empezó a sonar «Tell You» y caímos en la cuenta de que Neuman estaban haciendo de las suyas a escasos metros, a lomos del Red Bull Tour Bus. Nos dirigimos de nuevo a esa explanada, con una barra de bar a la izquierda y una concurrida hilera de baños químicos a la derecha, para situarnos frente al escenario motorizado de los murcianos, que llevaban ya medio recital. Al parecer, nos perdimos «la parte cantada», porque no llegamos a ver a Paco articular palabra alguna. Eso sí, tanto él como sus compañeros se afanaron en devolverle al «indie rock» su significado, con varios minutos de guitarrazos, distorsión y ruido del bueno, sin miramientos, sin concesiones. Nos supo a gloria (la cena, también).


bilbao bbk_2015_crónica_neumanNeuman lograron petar el buscenario // T. Hagen


Hace ya seis años que The Ting Tings pasaron por Bilbao BBK Live. Fue en 2009 y en pleno apogeo de su debut «We Started Nothing» (Columbia, 2008), disco con el que saltaron primero al indie y luego al mainstream absoluto, convirtiendo el celebrado «That’s Not My Name» en hit global y seis de sus 10 temas en singles de éxito (meritazo). En aquel concierto, a media tarde, Katie (a las voces, guitarras, bajo y percusiones) y Jules (a la batería, teclados y voces), ofrecieron 50 minutos de indie pop bailable, frenético y arrastra-masas a golpe de bombo, guitarras y voz femenina. Pero han pasado seis años y dos discos que no han aportado nada. Simple y llanamente nada: ni el «Sounds From Nowheresville» (Columbia, 2012) ni el reciente «Super Critical» (Finca, 2014) -tirando hacia el dance clásico y homenajeando, según ellos, a figuras como Donna Summer, Diana Ross o la Madonna más temprana-. Pero es que muchos ni sabían que habían sacado nuevo disco. Y eso lo dice todo.


Cuando ya los habíamos olvidado como ese caramelo delicioso pero que se disuelve rápido en la boca, vuelven al directo. Y, sí, los «Great Dj», «Fruit Machine», «Shut Up And Let Me Go» siguen funcionando, ¡y cómo! Pero el resto del repertorio… No lo levantan ni los golpes de cencerro de la rubia y deportiva Katie, ni siquiera su «Hands» (alargado hasta la extenuación anoche como fin de fiesta). Y es que fíjense si el olfato del dúo se atrofió tras su disco debut que cuando, en 2010, lanzaron el mencionado (y redondo) «Hands» como single inédito, primero afirmaron que su segundo disco seguiría la línea y lo incluiría en su tracklist… Para, poco después, olvidarlo, replanteárselo todo y reescribir las canciones que tenían en mente. ¿Por qué? Pues, atención, según ellos, por el impacto de su paso por Bilbao BBK Live 2009 y su visita a Bilbao (que en el siguiente álbum hasta hubo un tema titulado «Guggenheim»). Pues lo sentimos, pero casi mejor que no hubieran venido, porque de ahí adelante, en picado…


bilbao bbk_2015_crónica_ting_tingsKatie, 50% de The Ting Tings // A. Rodríguez

 

Y, tras el dúo electropop, las cosas parecieron empezar a torcerse aún más. Las pantallas anunciaban que la inminente actuación de los islandeses Of Monsters And Men sería «más corta debido a la enfermedad de uno de sus miembros» y encima el cielo amenazaba lluvía que, sí, finalmente descargaría (muy leve) durante el show de Muse. Más de la mitad de los ya congregados frente al Escenario Bilbao, el principal, no tenían ni idea de quién eran esos «de monster nosequé» (oído, de verdad). Ellos estaban allí para disfrutar después del trío inglés, estrellas incontestables del día y de todo el cartel de Bilbao BBK Live 2015. Lo demás les daba igual. Que si hazme una foto por aquí, que si vamos a entrar a estos por allá, que si aprovechemos para ponernos al día que hace mucho que no nos vemos… Imposible disfrutar mínimamente del quinteto isleño (convertidos en septeto para el directo). Y, bueno, algo de razón tenían los pasotas fans de Muse, porque Of Monsters And Men son muy buenos pero, ¿quiénes son ellos para ser el segundo gran nombre del día? Porque, reconozcámoslo, son aún unos novatos. Se estrenaron con «My Head Is An Animal» en 2011 (discazo, vaya por delante, que aquello parecía un «Thriller» o un «Jagged Little Pill», todo singles potenciales) pero poco más. Enseguida la prensa los quiso bautizar como los Arcade Fire islandeses, y aunque es cierto que más que una banda de pop-rock al uso son una verdadera orquesta contemporánea, la etiqueta aún les viene grande. Ahora mismo, solo recién editada su segunda referencia («Beneath The Skin», publicada hace apenas 4 semanas y muy inferior a su debut), no les corresponde semejante puesto.


bilbao bbk_2015_crónica_of_monsters_and_menNanna Bryndís, lideresa de Of Monsters And Men // T. Hagen


Conste que Of Monsters And Men presentan una interesantísima propuesta, añadiendo vientos, percusiones y una épica pseudo-orquestal a su formato de banda, liderada por el juego de voces hombre-mujer, ambas con un timbre peculiarísimo. Su lideresa, Nanna Bryndís Hilmarsdóttir (que les gustan a los islandeses los nombrecitos, recordemos el volcán aquel de las dichosas cenizas…), reinó etérea en escena, a las voces y las guitarras, y con un parecido (solo físico) a Björk que tiene que ser una cruz siendo también músico en Islandia. A su lado, Ragnar «Raggi» Þórhallsson, también a las voces y guitarras. Detrás, el resto de la banda (con algún miembro convalenciente, como anunciaron) haciendo sonar aquello muy muy bien. Excelente en esos singles de pasajes y coros grandilocuentes que los lanzaron al estrellato con su disco debut: «Mountain Sound», «Dirty Paws»… Y, ya, saliéndose, con su redondo, coreable y subyugante hit «Little Talks» («ah, coño, esta es la buena, ¿no?«, decía la concurrencia -en fin-). Por suerte, en este set list reducido por enfermedad, casi obviaron su reciente nuevo álbum, destacando la ejecución del single de presentación, «Crystals». «We Are Here To Stay!», cantaban en «King And Lionheart». Esperamos que así sea, que buenos son y, con tiempo y más catálogo, mejores que se prometen. Pero eso, de momento, solo una sólidísima promesa, no un cabeza de cartel. Y lo saben, que se despidieron socarrones saludando «a todos los fans de Muse que estáis aquí para vernos«.


Porque, verdad verdadera, lo juramos, ni 200 personas había en la carpa cuando en esos momentos arrancó el electro ochentero de Zoot Woman, ese dúo-en-realidad-trío, pues están comandados en las sombras por su tercera pata, el cerebro del cotizado productor Stuart Price (Scissor Sisters, Madonna, New Order, The Killers, Keane…). TO-DO el mundo había pillado sitio para Muse, y los que tenían interés o simple curiosidad por Zoot Woman, probablemente no se podían desplazar por el abarrotadísimo recinto para llegar a la carpa. Pero al final les vino Dios a ver… La lluvia hizo su aparicion y otros 200 descarriados prefirieron entrar a la carpa que mojarse, y se sintieron como dentro de la B.S.O. de la peli «Drive»: sintetizadores, guitarras y volumen brutal para una fiesta de nivel más que aceptable.


bilbao bbk_2015_crónica_zoot_womanZoot Woman // Tom Hagen


Lo dicho, que aunque también I Am Dive anduvieran tocando a la vez en otro espacio, de allí no iba a moverse nadie porque a las 00:10 estaban programados Muse. Cada movimiento en el escenario (un cambio de luces, un técnico en escena, un despliegue de pantalla) era jaleado como si el trío estuviese ejecutándolo. Demasiado fan desatado. Con 10 minutillos de retraso y con una leve lluvia casi más refrescante que molesta, se apagaron las luces y el militar cafre y regordete del clip de «Psycho» salía a las pantallas a preguntarnos si éramos unos «Psycho killers» o no. Lo somos, lo somos, lo que usted diga. De repente, los tres de Devon en escena (y su siempre discreto cuarto acompañante para los directos), un par de rasgadas a la guitarra por parte de Matt Bellamy y se olía que aquello iba a explotar. «Your Ass Belongs To Me Nooooooow», cantaba él en ese primer tema de la noche que sirvió de adelanto de su reciente «Drones» (Warner Bros/Helium-3, 2015). Y en 2 minutos ya tenían en sus manos los 40.000 culos que estábamos en Kobetas. O, bueno, digamos unos 39.500, que siempre hay alguno que dice que lo de los Muse se le queda frío: que si dónde están el alma y el corazón, que si show medido al milímetro, que si coros anti-sistema de manual, que si épica guitarrera, que si rock de estadio… Pero es que nada de eso tiene por qué ser malo per se, ¿no? ¿Que no es un show fresco y espontáneo como el de los noveles Vintage Trouble? Vale, pero tampoco vamos a comparar al Barça con el Eibar y, oye, ambos juegan en la misma liga, por qué no.


bilbao bbk_2015_crónica_muse2Chris (Muse), su bajo y sus coros, cada vez más protagonistas // A. Rodríguez

 

Tras su anterior gira (de dos años) con «The 2nd Law» (2012), dejaron fuera todos, todos los temas de ese álbum. Y bien hecho, la verdad. Mejor conformar un repertorio redondo para sus 90 minutos contados de show. Pelotazos clásicos ejecutados a la perfección y sonando nítidos y cristalinos (¿cómo pueden generar ese pedazo ruidaco a la vez tan limpio estos tres?) combinados con algunos de los temas más reseñables del álbum que presentan ahora. Y, encima, para deleite de acérrimos, alguna joya de sus discos antiguos que no es fácil oírles en sus directos (de «Origin Of Simmetry» el «Citizen Erased»; de «Asolution» el «Apocalypse Please»…). ¿Lo malo? Un leve bajón de ritmo mediado el concierto con Matt sentado al piano (tramo que empezó a recuperar fuelle con un «Hysteria» en el que aún andaban un poco desempastados; aunque tras ese tema, todo de nuevo a tope) y que algún clásico se tuvo que quedar en el tintero («New Born», «Stockholm Syndrome»…). Pero es que hora y media es hora y media. La voz de Bellamy, perfecta; su divismo y su narcisismo, in crescendo y alcanzando divertidos tintes raphaelianos; sus guitarras, rugiendo como perras en celo (aparte de que la vasta colección que lució haría palidecer a la de zapatos de Imelda Marcos); el bajo de Chris y sus coros, ganando protagonismo y matices como nunca le habíamos visto (y van unas cuantas veces); la batería de Dominic, de potencia inversamente proporcional a su escuálida figura; el montaje escénico, sencillo pero sacando un lucidísimo juego a las pantallas de fondo y la iluminación (mágica al comienzo de «Resistance»); y los trucos de ilusionismo, apabullantes con el confeti y las serpetinas rojiblancas en la nueva «Mercy» y los gigantes balones hinchables negros sobre el público en la también perteneciente de «Drones» «Reapers». Para los bises, las infalibles «Uprising» y «Knights of Cydonia», cuyo comienzo con Chris a la armónica puso a gritar de emoción a todo Kobetas, sabedores de que (tras esa asfixiante cuenta atrás en pantalla durate «Time Is Running Out»), aquello estaba para acabar. Muse, como siempre, apuesta segura y redonda para un directo de masas. Rock de estadio, sí. Del bueno. Buenísimo. Que vuelvan a San Mamés si quieren, allí estaremos los primeros. Y pensar que aquel 24 de octubre de 2006 cuando pasaron por el Bizkaia Arena aquello estaba medio vacío…

 

Atrás, muy atrás quedan aquellos «BBKs» (a ver si nos quitamos todos la manía de llamar al Bilbao Live con el nombre de su patrocinador, ejem) en los que no había solapamientos y se podía ver prácticamente todo lo programado. Pero es que han pasado 10 ediciones y el crecimiento, especialmente palpable en una jornada como la del sábado, conlleva situaciones como la que nos encontramos a la 01:45 de la madrugada, cuando teníamos marcados en rojo ¡tres! conciertos simultáneos: SBTRKT, Delorean y Trajano! Optamos por la primera opción, la del escenario 2, porque se trataba de la única bilbao bbk_2015_crónica_sau_polerbanda a la que no habíamos visto nunca. Aaron Jerome (escudado por su mano derecha, Sampha) comenzó el show tirando de repertorio R&B (en el sentido contemporáneo/electrónico del término), con sincopados ritmos y una elegancia formal que, a pesar de poder considerarse toda una delicatessen sonora, no era lo que más nos apetecía en esos momentos. O, dicho de otro modo, nos estaba dando bastante rabia perdernos a los locales Delorean, a pesar de descubrir el directo de los ingleses y darle nuestro visto bueno a su propuesta, la cual (como suele ocurrir), empezó a ponerse aún más interesante justo cuando decidimos encaminarnos a la carpa de los de Zarautz. SBTRKT pisaron el acelerador, se soltaron la melena post-dubstep y nos hicieron dudar en nuestra huída.


Que habíamos errado en nuestra decisión quedó claro ya no solo cuando nos fuimos de allí entre bailes, sino cuando empezamos a vislumbrar, en la distancia, cómo estaba el panorama en torno a Ekhi Lopetegi y los suyos: la carpa (por enésima vez) se había quedado pequeña y allí no había quien entrara. «Pues nada, al bosque a ver a Trajano!«, nos dijimos, pero, para cuando conseguimos sortear a los varios miles de bilbaolivers (¿instauramos el término?) que tenían escenario e inmediaciones completamente atestadas, el post-punk de los madrileños había tocado a su fin. Vamos, que no se puede estar en misa y en la procesión. Parecemos nuevos a veces, la leche…


Así las cosas, siendo las 2 y pico de la mañana del último día de Bilbao BBK Live, optamos por «acampar» bajo los árboles de neón y recuperar fuerzas a golpe de katxis y «jagerbombs«. Por delante, el garage rock de los madrileños The Parrots (quienes convirtieron su pequeño escenario en una gran fiesta colectiva), la sutil electrónica del catalán Sau Poler (foto superior, por J. Vegas) y el desmadre generalizado de Elyella Djs. No entramos en detalles… porque apenas nos acordamos. Sí, a nosotros la noche también nos confunde.



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